La Audiencia de Palma juzgó el miércoles a un padre por abusar, violar y atar a la cama a su hija desde los cinco a los diez años, entre 1999 y 2004. El progenitor, que actualmente está en prisión, negó los cargos de forma rotunda ante el tribunal de la sección primera. Según su versión, en esas fechas él vivía en Inglaterra. "Nunca haría daño a mis hijas", dijo. El fiscal reclamó una condena para el sospechoso de 25 años de prisión por dos delitos de agresión sexual.