Falsa alarma. Una persona que padece un trastorno mental depositó los dos bolsos que aparecieron el martes en el exterior del Centro Integral de Seguridad de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana, y que fueron explosionados de manera controlada por miembros del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos (Gedex). La Guardia Civil identificó al autor, de nacionalidad española, a las 17 horas del incidente pero, tras tomarle declaración, comprobó que sufre un problema sicológico "que apunta a una falta de intencionalidad o de comprensión de los hechos expuestos", por lo que se ha descartado su denuncia.

La situación de alerta antiterrorista en la que se encuentra el país tras los últimos atentados en Europa hizo saltar las alarmas. Sin embargo, el suceso acaecido esta semana quedará como una anécdota. En primero lugar, porque los expertos que realizaron las tres detonaciones verificaron que la maleta y el maletín carecían de elementos peligrosos. Y esta apreciación ha quedado ahora corroborada, al identificar a la persona que los dejó abandonado.

Según las investigaciones realizadas por los funcionarios tras revisar las cámaras de seguridad, el autor había recogido los dos bolsos de un contenedor de basura cercano. A continuación se fue hasta el Centro de Seguridad, apoyándose durante un breve espacio de tiempo en el muro exterior, antes de abandonar el lugar a pie, dejando atrás los dos objetos.

El día 21 fue localizado, "comprobándose que es una persona de nacionalidad española, sin antecedentes policiales ni vinculaciones que hiciesen creer en organizaciones terroristas de ningún tipo", según la Comandancia. Y, tras declarar, se cerró el caso al comprobarse sus problemas sicológicos.

A pesar de todo, Guardia Civil recuerda que "este tipo de comportamientos puede conllevar responsabilidades de tipo penal, en base ya que el artículo 561 del Código Penal especifica que quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres meses a 18 meses".