La canaria accidentada el martes en la cordillera del Atlas medio, en Marruecos, tenía previsto llegar anoche a Tenerife en un avión medicalizado junto a familiares. La deportista canaria iba a ser ingresada en el hospital de La Candelaria, donde será operada de las roturas de un pie, un brazo y la cadera, después de una caída de casi cinco metros mientras practicaba el descenso vertical con cuerdas

Tras los sucesivos cambios en la planificación del viaje de vuelta, la deportista tinerfeña de 40 años tenía previsto llegar ya de noche a su tierra. Ahora comienza el lento proceso de recuperación. Y el primer paso será operarse de las distintas fracturas.

Un familiar reconocía anoche que se encontraba dolorida, lamentando la falta de un protocolo asistencial en Canarias para agilizar todo el proceso de repatriación en estos casos graves.

La accidentada había acudido a Marruecos a un boda, aprovechando el viaje para practicar rápel en un barranco de Azilal. Sin embargo, se soltó una de las anillas que ya estaban colocadas en la pared y que le sirven de soporte. La caída de casi cinco metros le causó unas graves lesiones. Junto a ella se encontraban distintos amigos que, junto a personas anónimas que se hallaban en las inmediaciones, la ayudaron a salir del lugar.

Tras pasar por un centro de salud, llegaron al hospital universitario de Marrakech. Y, tras las gestiones entre las autoridades del país y las españolas, iniciaron el proceso de repatriación, que concluyó ayer tras tres días.

La deportista ha sufrido dolores agudos como consecuencia de las lesiones, además de las horas previas que estuvo sin recibir medicación por parte de los médicos.