La Guardia Civil detiene en Fuerteventura a un individuo de 37 años por abusar de siete menores de edad ofreciendo marihuana como contraprestación. P. P. P. C., que son sus iniciales, se enfrenta a los delitos de detención ilegal, prostitución, explotación sexual y corrupción de menores, exhibicionismo y provocación sexual, y contra la salud pública. Mientras, en Tenerife fue atrapado un padre de 45 años por abusos sexuales a su hija de 12 años, a quien tomaba imágenes para destinarlas a pornografía infantil de contenido duro. Además, grabó en el baño con cámaras ocultas a sus compañeras de trabajo.

La 'operación Lure' se inició, en el primero de los casos, a instancias de una doctora de la localidad de Antigua, que alertó hace un mes de una supuesta tentativa de abuso sexual a un menor en riesgo social. Según relató, esa persona podía estar ofreciendo drogas para saciar su apetito sexual. En unas posteriores declaraciones, el muchacho ratificó las manifestaciones de la doctora del Ayuntamiento de la localidad majorera.

Las declaraciones sirvieron a la Policía Judicial de la Guardia Civil para abrir una investigación. El resultado fue que localizaron a otros seis menores de edad que habían vivido esa misma situación. El relato llevaba a un patrón de conducta común de este individuo de 45 años, que carecía de antecedentes penales, que ofrecía sustancias estupefacientes cannábicas en su propio domicilio y "en instalaciones deportivas a las que, por su cargo, tenía acceso". Como contraprestación, solicitaba sexo, según la misma fuente.

La Guardia Civil detalla que el detenido les ponía vídeos y películas de contenido sexual explícito. Y añade que en una ocasión llegó a impedir la salida de su domicilio a un chico que se negó a cumplir con sus pretensiones sexuales, reteniéndole supuestamente en contra de su voluntad durante un determinado espacio de tiempo. De ahí que se enfrente también a un delito por detención ilegal.

La Guardia Civil y la Policía Local de Antigua detuvieron al individuo el jueves, como supuesto autor de otros delitos añadidos sobre prostitución, explotación sexual y corrupción de menores, exhibicionismo y provocación sexual, así como por delitos contra la salud pública, dejando a siete menores como sus víctimas.

En el segundo de los casos, las pesquisas se iniciaron por la denuncia de la exmujer del ahora detenido en el cuartel de la Guardia Civil de La Victoria de Acentejo, en Tenerife, por unos supuestos abusos sexuales sobre su hija menor de edad. En un registro domiciliario, los agentes descubrieron en el ordenador de esta persona detenida que guardaba fotografías de alto contenido sexual de su hija, cuando ésta tan solo tenía 12 años, que posteriormente almacenaba en formato digital haciendo uso de técnicas básicas de ocultación.

A su vez, colocó cámaras ocultas en los baños, para filmar a sus compañeras de trabajo. A muchas de las imágenes les hacía montajes fotográficos con escenas de sexo explícito descargadas de internet. La 'operación observador', como se denomina, sigue en marcha, en busca de más afectados.