Al menos 13 personas murieron y otras seis resultaron heridas de gravedad, una de ellas se encuentra en estado crítico, después de un incendio que devastó un bar donde se celebraba un cumpleaños la madrugada del viernes para el sábado en la ciudad francesa de Rouen, en el departamento de Seine Maritime, en la región de Normadía.

Lawrence Labadie, fiscal adjunto en Rouen, hizo hincapié en que se trató de un incendio accidental. El local se encuentra acordonado y la policía busca evidencias para confirmar el origen accidental del drama.

Según los primeros elementos comunicados por las autoridades, el incendio se originó en el sótano del bar Cuba Libre, situado en el centro de la ciudad, que había sido alquilado por un grupo jóvenes para celebrar un cumpleaños. Una de las principales hipótesis es que sobre las once de la noche del viernes -hora canaria- uno de los asistentes subió a la planta baja para buscar la tarta de cumpleaños con las velas encendidas. Según diversos testimonios, al bajar al sótano, tropezó en la escalera con la tarta y las velas, y eso probablemente fue lo que provocó que se incendiara la moqueta del local, lo que causó el incendio.

Otras de las hipótesis que se barajan es que fue en el techo, fabricado de un material aislante de ruidos, donde prendieron el fuego.

Las llamas se propagaron de forma rápida y provocaron que la mayoría de los fallecidos lo hiciera por asfixia. Las fuerzas de emergencias recuperaron los trece cadáveres del interior del bar y rescataron a seis personas en estado grave, mientras que hubo decenas de heridos leves que lograron esquivar las llamas. Se investigará por qué el techo del sótano ardió rápidamente. Ese techo, aislado por un material a prueba de sonido, es lo que habría provocado un gas tóxico.

También se está estudiando si el establecimiento cumplía con las rigurosas medidas de seguridad y también si contaba con salida de emergencias.

Los cuerpos fueron evacuados al Hospital de la Universidad de Rouen, donde un grupo psicológico estará abierto para las familias. Según medios locales, once testigos fueron llevados a la oficina de la Policía para ser interrogados.

El alcalde de Rouen, Yvon Robert, calificó el siniestro como "la mayor catástrofe" que afecta a la ciudad e incluso al departamento de Seine-Maritime.

Los medios locales recordaban la catástrofe de la cueva Montérolier en el Bray cuando el 21 de junio, tres días después de la segunda vuelta de las elecciones municipales, tres niños y seis adultos -incluyendo cuatro bomberos- murieron. Según varias fuentes, no hubo ninguna explosión antes de que el fuego se declarara.

Consternación

La consternación volvió en Francia, en general, y a Normandía, en particular. La catedral de Rouen acogió el pasado martes el funeral por el sacerdote Jacques Hamel, degollado el 26 de julio a los 86 años de edad por dos yihadistas en nombre del Estado Islámico (EI) en su iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, situada a pocos kilómetros. Este drama tuvo lugar doce días después del atentado que provocó 85 muertes en Niza, el 14 de julio, y que se situó en la estela de los que el año pasado afectaron a París y Saint Denis en enero y en noviembre.