Las preguntas claves, dónde está Diana Quer y qué ha motivado su desaparición, todavía no tienen respuesta. Y ya van 18 días sin noticias de la joven madrileña. La Guardia Civil sigue con sus pesquisas, sobre las que pesa un hermetismo que impide conocer, a día de hoy, cuál es la hipótesis si es que ya destaca con fundamento alguna, por la que, en el actual escenario y con los datos de los que disponen se decantan los agentes. A continuación se exponen algunas tesis que se han barajado hasta ahora en el caso.

¿Una marcha voluntaria?

La posibilidad de que Diana se hubiese marchado por su propia voluntad tuvo mucho peso. La difícil situación familiar a raíz del divorcio de los padres parecía sustentar esta tesis. No sólo hay testigos ajenos a la familia que presenciaron disputas protagonizadas por la madre y sus dos hijas. El padre ahondó en que Diana y Valeria "no estaban bien" con su exesposa.

La relación entre las hermanas también tenía sus roces. A mayores, aunque el exmatrimonio insistió desde un inicio en su sospecha de que la joven permanecía retenida, en los mensajes públicos que le han dirigido dejan traslucir que no descartan una ausencia voluntaria. "Si hay algún problema que te impide volver, simplemente llama y lo respetaré, pero que sepamos que estás bien", dijo el padre este lunes. Lo mismo se trasluce de algunas palabras que, en las redes sociales, le dedicó Valeria. "Vuelve, Diana, aquí hay muchas personas que te necesitamos, incluso más de las que tú te piensas [...]", escribió.

¿Por qué subió Diana a casa a cambiarse de ropa? ¿Se subió en un coche voluntariamente con algún conocido? Los interrogantes aún se acumulan. Pero en contra de una marcha voluntaria juegan los días ya pasados. Pronto, de no haber novedades, se cumplirán tres semanas. Además, la madrileña se fue sin DNI ni pasaporte. Sin tarjetas de crédito. Sin más ropa que la puesta. Su teléfono móvil no ha vuelto a dar señal. Y su rostro, dada la difusión de sus fotos, sería fácilmente reconocible si alguien la viese.

El abogado de la madre rechaza una fuga. "No puedo pensar que Diana esté campando a sus anchas dejando a su madre inmersa en el dolor", decía esta semana.

¿Un desenlace violento?

Los primeros datos que se conocieron del caso Diana Quer no eran tranquilizadores. Fueron aquellos mensajes de WhatsApp en que decía a un amigo, cuando volvía andando sola a su casa, que un hombre la acosaba diciéndole "morena ven aquí". Pero esta línea se investigó y se descartó la implicación del individuo en el caso.

Los rastreos en A Pobra, tanto en el camino que la joven tomó de madrugada desde las fiestas hacia su casa como en las batidas con voluntarios, no desvelaron rastros de violencia. Pero lo cierto es que el paso del tiempo es un factor que juega en contra de un buen desenlace en las desapariciones.

Las investigaciones no sólo se centran en A Pobra, donde veranea la familia, sino también en Madrid, donde reside el resto del año. ¿Se pudo haber ido inicialmente de forma voluntaria y después torcerse las cosas como se barajó? ¿Fue víctima de una retención ilegal como sospecharon al menos inicialmente sus padres? El progenitor ha descartado dos posibilidades: el suicidio y el secuestro por dinero.