El llanto, la sorpresa y el dolor eran evidentes entre los familiares de un niño de siete años que falleció ayer jueves en la avenida de Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria. La trágica muerte del menor se produjo al caer desde la ventana del balcón de la tercera planta del edificio situado en el número 40 de la mencionada avenida. El Cuerpo Nacional de Policía inició ayer una investigación para desvelar por qué se produjo este suceso. El niño tenía una discapacidad psíquica.

Tras las llamadas de alerta sobre las 14.20 horas al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2, al lugar se desplazaron dos ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC) y agentes de las policías Nacional y Local.

El personal médico del SUC sólo pudo confirmar el fallecimiento del menor por la gravedad de las heridas que presentaba. Al parecer, su muerte se produjo prácticamente en el acto. El niño, que se precipitó desde unos diez metros de altura, cayó cerca del centro del pasillo exterior entre seis portales del edificio. Junto a su cuerpo sin vida había un juguete de goma pequeño.

Los agentes de la Policía Nacional acordonaron el centro del mencionado pasillo, al tiempo que custodiaron el cadáver hasta la llegada de la autoridad judicial y la orden de levantamiento, que se produjo en torno a las 15:50 horas. El vehículo de traslados judiciales llevó el cuerpo sin vida al Instituto de Medicina Legal, donde tendrá lugar la autopsia, la cual podrá aclarar mucho sobre el suceso.

Los familiares fueron llegando de forma intermitente al patio exterior, para luego entrar al edificio. Las preguntas se repetían entre ellos, así como los llantos y los gestos de ánimo.

La madre del fallecido es de nacionalidad colombiana. El niño tenía una hermana de doce años. Esta familia es bien conocida por muchos vecinos de estos edificios con seis portales. Muchos residentes y usuarios de Guaguas Municipales, que tiene una parada delante de los edificios, miraban con seriedad y pena esta escena.

"Estoy conmocionado y me siento mal. Lo conocía ", dijo un trabajador de un local próximo. Los comentarios y las suposiciones se repetían entre muchos. "Estaba jugando con el perro en el balcón; fue a coger algo que se le cayó; cómo llegó hasta la ventana; en dónde se subió; quién estaba con él". Estas son algunas de las preguntas y comentarios que se oían entre vecinos. La familia confía que la investigación lo aclare.