El detenido y actualmente en prisión provisional Miguel Ramos Quesada por la desaparición de Juana Ramos, investigado por cometer supuestamente un delito de homicidio o de detención ilegal, se ha comportado tanto durante sus declaraciones a la autoridad judicial, como a los investigadores, de forma "fría, desafiante y con mucho control", como indicaron fuentes cercanas al caso.

"No da la cara, no mira a los ojos, al tiempo que habla en voz baja. Se comporta de forma altiva", señalaron las misma fuentes, que indicaron a este periódico que el sospechoso no ha mostrado "empatía" en relación a la desaparecida, su pareja sentimental durante unos catorce años, aunque con varias interrupciones cortas.

Tampoco ha dado muestras de pena o dolor por lo que está sufriendo la familia de Juana Ramos, que lleva tres semanas sin conocer su paradero.

Además, señalan esas fuentes que no han visto a este vecino de Bañaderos llorar en público en relación a la desaparición de su expareja, ni por la situación que se está viviendo desde hace más de tres semanas, desde el día 20 de agosto, que fue cuando se vio por última vez a Juana Ramos, de 58 años y vecina de la Paterna.

Los familiares de la mujer lamentaron desde los primeros días después de la desaparición de la comerciante de La Paterna, que él se mostrase distante y frío. Transcurridos unos días se sumó a algunas de las búsquedas que se hicieron en Gran Canaria para encontrar a Juana Ramos o alguna pista relevante sobre su paradero.