Rubén Alemán, el abogado de Miguel Ramos, exnovio de Juana Ramos desaparecida desde hace un mes, presentó ayer ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos de la capital grancanaria un recurso contra el auto de prisión del pasado día 7 de septiembre. El letrado alegó que, a su juicio, no hay pruebas suficientes para justificar que la expareja de la vecina de La Paterna permanezca en la cárcel.

Además, aseguró que si Miguel Ramos saliera de prisión, no tiene medios económicos para fugarse, ni intención de hacerlo.

Lidia González, la portavoz de familia del investigado por cometer un supuesto delito de homicidio o de detención legal, manifestó que "no puede continuar en la cárcel por no haber vuelto al barrio de La Paterna o por haber ido tres veces a la zona del Guincho. Las geolocalizaciones no son suficientes, ni tampoco fiables al cien por cien". Los familiares se sienten muy afectados por esta situación, cansados y señalados. "Se le ha juzgado de antemano", afirmó la portavoz, que agregó que "antes de saber de qué se le acusaba ya estaba en el centro penitenciario.

La abogada de la acusación particular, Gema Ciro Fernández, señaló que el recurso contra el auto de prisión se presentó fuera de plazo, ya que según ella, es de un "máximo de cinco días" tras la encarcelación.

Gema Ciro tiene previsto presentar hoy a la titular del juzgado, María Auxiliadora Díaz, una parte de un centenar de cartas que había escrito Miguel Ramos a Juana durante catorce años de relación.

Además, Ciro Fernández entiende que en estas cartas, escritas en ocasiones con todo el texto en letras de molde [mayúsculas] y en cualquier tipo de papel o cartón, se podría interpretar que hay claras intenciones de apartar a Juana Ramos de su familia, además de reproches. "También se puede interpretar que él la seguía y la acechaba", añadió.

En estos manuscritos hay también dibujos. Entre ellos está el de un acantilado, que titula Unas vacaciones soñadas.

Por otro lado, los miembros del Grupo de Actividades Subacuáticas (Geas) de la Guardia Civil abortaron ayer la operación para sumergirse en el lugar en el que Miguel Ramos supuestamente arrojó a Juana Ramos, en un barranco de la zona del Camino del Guincho, en el municipio de Arucas. El fuerte oleaje no permitía una inmersión segura. Sin embargo, sí hicieron el trabajo por tierra.