"Este barrio tranquilo y familiar de Las Palmas de Gran Canaria ha perdido su esencia en los últimos meses. Esto hay que pararlo, tanta compra y venta de droga por las noches delante del colegio público Batería de San Juan y la falta de presencia policial, ni local, ni nacional", manifiesta E. Z., vecino de San Juan que prefiere escudarse tras las siglas de su nombre.

Su preocupación es la de muchos convecinos, una preocupación que surge como consecuencia de que los actos vandálicos y los robos en viviendas han aumentado en los últimos meses en el barrio de San Juan, según asegura. Durante la madrugada de ayer martes varios individuos causaron daños numerosos e importantes en siete coches que estaban aparcados en la calle Batería de San Juan, justo en los cruces con las calle al Polvorín y Tártago.

Los vehículos dañados tenían los retrovisores arrancados o rotos los espejos, también rotos los faros, tanto delanteros como traseros, así como los parachoques y hasta los alerones, aquellos que los tenían. Todo hecho para obligarles a pasar por el taller. Por supuesto, los propietarios de los automóviles presentaron sus respectivas denuncias en la Comisaría de Distrito Sur de la Policía Nacional, sita en la Vega de San José.

Otros residentes que corroboran la historia de E. Z., pero quieren conservar el anonimato, se quejan de que no solo los coches sufren el vandalismo, también el mobiliario urbano y los contenedores. La última tropelía fue que lanzaron ladera abajo tres contenedores de basura ordinaria.

A los ataques vandálicos y la venta de drogas hay que unir al catálogo de delitos del barrio de San Juan de un tiempo a esta parte numerosos robos "No sólo se han dado estas muestras de vandalismo, sino también se han producido robos en varias viviendas en los últimos meses", comenta una vecina, que recuerda, como ejemplo, el sucedido "hace unas semanas" en una vivienda en las cercanías de la capilla de San Juan.

"En ese caso, el propietario, de unos 75, años sí estaba dentro. Le robaron y le agredieron. Tuvo que ser hospitalizado. Por suerte, ya está bien y en su domicilio", refiere la mujer. Se queja de que tampoco pueden vivir así "con ese miedo". "Han asaltado otros inmuebles aprovechando momentos en los que no había nadie dentro", agrega la propietaria de uno de los coches dañados.

Los vecinos que han sido víctimas de los ataques vandálicos y están siendo testigos del incremento de la delincuencia en el barrio reclaman "mayor presencia de los agentes de las policías Nacional y Local". "Deberían venir a menudo aunque sea para intimidar y sobre todo por las noches", señalan. Es justo por las noches cuando se producen más ataques vandálicos, robos y la venta de droga.

Mientras, otro vecino destaca que ellos pagan sus impuestos y se merecen el mismo trato y servicios que los vecinos de Mesa y López. "Ellos no pueden ser de Primera y nosotros de tercera", apostilla.

Aunque no lo vinculan con el vandalismo, también les preocupa la mayor presencia de okupas en casas abandonadas del barrio.