Una persecución policial y de película se produjo ayer en la carretera del Norte, en la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria y en diferentes calles de la capital grancanaria. Aunque no hubo heridos, hasta se registraron disparos al vehículo, efectuados a fin de parar la conducción temeraria del perseguido. Durante la huida se produjeron situaciones de peligro para decenas de vehículos, así como daños en varios coches patrulla de la Policía Nacional. Todo terminó en la carretera de Cuesta Blanca con la detención del protagonista, un trabajador de la panificadora que presuntamente se marchó de la empresa con un furgón sin autorización.

Según varias fuentes consultadas por este periódico, el origen de todo fue unas discrepancias y una discusión entre un empleado de la cadena Europan y uno de los propietarios de la empresa, quien en torno a las 15.40 horas alertó telefónicamente a la Guardia Civil y a la Policía Nacional de que uno de los trabajadores "había sustraído" uno de los vehículos y que se había marchado con él.

Ahí se inició la persecución. El empleado huyó de Las Palmas de Gran Canaria con el furgón, al tiempo que era perseguido por el empresario en otro vehículo. Dicha carrera se inició a la salida de la ciudad y por la carretera del Norte, la GC-2, en dirección Gáldar.

El conductor perseguido, cuando ya circulaba a la altura de Bañaderos, en el municipio de Arucas, cambió de dirección, al descubrir a varios vehículos de la Guardia Civil preparando una barrera para impedirle el paso. Sin embargo, le dio tiempo de tomar la rotonda y cambiar de sentido hacia la capital grancanaria.

Los vehículos del instituto armado iniciaron la persecución. El fugitivo logró continuar hacia El Rincón y, antes de los túneles de Julio Luengo, decidió tomar la salida para la GC-3, la circunvalación, donde le esperaría un nuevo impedimento.

A la altura del Hospital Doctor Negrín ya estaba preparada una barrera con coches patrulla de la Policía Nacional. Antes de llegar, durante esa carrera, seguido por la Benemérita y por el empresario, ya golpeó a otros vehículos que circulaban por la GC-3. El conductor con el furgón, tras impactar contra varios coches patrulla, consigue superar el cerco y continuar su huida.

El seguimiento prosiguió de nuevo por la circunvalación. El trabajador condujo en dirección a Siete Palmas, tomó el cruce de Almatriche, bajó hacia Hoya Andrea y cuando subió por la carretera de Cuesta Blanca otro control policial le esperaba. Los disparos contra el furgón, especialmente contra el motor y contra el depósito de combustible, ya se repitieron en dicha cuesta. En esta ocasión, no consiguió superar dicho cerco. Al llegar a la mencionada carretera, a la altura de la calle San Germán, el vehículo ya había perdido unos veinte litros de gasoil.

En torno a las 16.30 horas, los policías nacionales pudieron culminar la detención del conductor. Además de los daños en el depósito de combustible, el furgón presentaba también diversos daños en la carrocería, así como en el neumático de al menos una rueda.

Los Bomberos Municipales, del parque central de Miller Bajo, acudieron de inmediato al lugar por el derrame del combustible. Los bomberos tomaron unas medidas urgentes para secar el gasoil que se desparramó por la calzada, así como para impedir que alcanzara una boca próxima del alcantarillado. El derrame de este combustible era un grave peligro para los vehículos que circularían por la carretera de Cuesta Blanca, así como un daño medioambiental.

Esta persecución, además de daños a distintos vehículos y coches de la Policía Nacional, provocó grandes retenciones del tráfico, en mayor medida en la zona de Siete Palmas, Almatriche, Hoya Andrea y Cuesta Blanca. La Policía Local también colaboró en este servicio, y reguló la circulación en distintas calles próximas adonde terminó la huida del trabajador.