Miguel Ramos Quesada, el supuesto autor de los delitos de homicidio y detención ilegal de su expareja Juana Ramos Medina, quedó ayer en libertad. La Audiencia Provincial de Las Palmas tomó esta decisión al considerar, entre otros aspectos, que el interno no tiene antecedentes penales, ni posibilidades económicas de darse a la fuga.

La decisión de libertad provisional de la Audiencia Provincial se produjo, además de por sus valoraciones, como consecuencia del recurso de apelación que había presentado el pasado día 17 de septiembre el abogado de la defensa de Miguel Ramos Quesada.

El exnovio de la mujer desaparecida desde el pasado día 20 de agosto llevaba un mes en prisión provisional. Parte de este tiempo carcelario lo estuvo en el centro penitenciario de Salto del Negro, en la capital grancanaria, y la otra en la cárcel de Juan Grande, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, a donde había sido trasladado por motivos de seguridad.

Antes de las 13.00 horasde ayer llegó al juzgado el auto de la Audiencia Provincial que decretaba la libertad provisional del interno y se iniciaron los trámites en la prisión. Ramos Quesada salió ayer de la cárcel de Juan Grande sobre las 16.30 horas. Nadie le esperaba y tomó una guagua de transporte público con dirección a la capital grancanaria. Sobre las seis de la tarde estaba ya en su domicilio en

Bañaderos, en el término municipal de Arucas. Saludó rápidamente a varios vecinos que se encontró momentos antes de subir a un coche. Esta salida rápida fue con motivo de visitar a su madre, vecina de Pagador, junto a sus dos hijos y su hermano.

Lidia González, portavoz de la familia de Miguel Ramos, manifestó: "estamos contentos por su liberta. Más tranquilos y contentos estaríamos si apareciera ella [Juana Ramos]". En relación a la parte acusatoria, Lidia González afirmó que "está libre porque no tienen nada fiable para acusarlo. Tampoco se va a fugar". "Su familia y su abogada [Gema Ciro] se han montado la película de que hay riesgo de que Miguel esté en libertad porque podría destruir pruebas. Ese riesgo no existe porque no hay pruebas", concluyó.

La jornada de ayer fue muy movida para Miguel Ramos, como para los investigadores y el personal del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos. El sospechoso y sus dos hijos, un varón de 21 años y una menor de 14 años, fueron interrogados por la juez, María Auxiliadora Díaz. En un momento del interrogatorio, Miguel Ramos contestó: "No hablo más". "¿Por qué?", preguntó su señoría. "Porque no me da la gana", replicó el investigado. Ella le advirtió que tomaría medida por su actitud. Los agentes hicieron un nuevo registro en la vivienda del exnovio de Juana, que cuenta con una nueva letrada de oficio tras la renuncia del anterior.