Cien toneladas de hachís, 109 detenidos, 11.400 armas largas, más de un millón de cartuchos y diez toneladas de explosivos es el balance de lo incautado a una red dirigida por sirios que nutría de armas a grupos insurgentes de Libia y otros países, entre ellos a terroristas yihadistas. Una marcrooperación de la que ayer diuo cuenta la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, un cuerpo que ha formado parte del equipo formado por España, Italia, Francia y Grecia coordinados por Europol y que con apoyo de la DEA americana ha desmantelado esta organización.