Nueva Zelanda se recuperaba ayer, en medio de réplicas, del terremoto de 7,8 grados que sacudió anteanoche el país, donde al menos dos personas murieron y 24 resultaron heridas. Una de las víctimas mortales falleció por un ataque al corazón y la otra por el derrumbamiento de una casa tras el sismo, que afectó a las localidades de Kaikoura y la región de Marlborough, en el noreste de la Isla Sur, y en menor medida a la capital neozelandesa.