La Policía Nacional detuvo ayer en el barrio de Guanarteme, en Las Palmas de Gran Canaria, a M.F.M.R., una mujer de 34 años y con antecedentes, por abandonar en su vivienda a su bebé de 22 meses para ir a beber, y regresar horas después al domicilio con síntomas de embriaguez y con una cerveza en la mano.

Según la Jefatura Superior de Policía de Canarias, fue un vecino el que, al escuchar el llanto continuado del bebé, alertó de la situación. De esta manera, los hechos se desencadenaron tras la llamada al 091 de un vecino del barrio capitalino, que comunicó que desde su vivienda podía escuchar el llanto de un bebé, hijo de su vecina, creyendo que podría estar solo.

Hasta el lugar se desplazaron inmediatamente varios agentes, que tocaron a la puerta sin recibir respuesta. A través de la misma se podía escuchar el llanto y los gritos de un bebé y música infantil.

Con la ayuda de los bomberos, los policías pudieron acceder al domicilio, donde encontraron en el suelo del baño al bebé completamente solo y llorando.

Entonces, los funcionarios policiales asearon y atendieron al menor hasta la llegada de una ambulancia, que lo trasladó hasta el Hospital Materno Infantil para su valoración médica. Los hechos fueron puestos inmediatamente en conocimiento de la Sección de Menores de la Fiscalía Provincial de Las Palmas, quien ordenó el ingreso del bebé en un centro de acogida.

Finalmente, pasadas varias horas, se presentó en el domicilio la madre con síntomas de embriaguez y con una cerveza en la mano, por lo que fue detenida como presunta autora de un delito de abandono de un menor.