El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de San Bartolomé de Tirajana dictó ayer un auto en el que obliga a Eugenio Hernández, que está implicado en la red de prostitución de menores 18 Lovas, a permanecer durante un mes alejado 500 metros de su pareja, su domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro lugar frecuentado por ella, hasta que se emita una resolución definitiva. Durante esta investigación, ajena al caso anterior, se le localizó una serie de armas, pese a no contar con las licencias obligatorias.

Tras dos días de juicio rápido, el auto establece que el hijo menor quede bajo la guardia y custodia de la madre, aunque podrá irse con su padre los fines de semana.

La resolución establece que el uso y disfrute del domicilio familiar situado en un complejo de apartamentos y los bienes que están dentro se le asignen al hijo y a la mujer. En este caso, se le permite a Eugenio Hernández a sacar las pertenencias estrictamente personales y toda su ropa, si no las hubiera sacado con anterioridad. Él dispondrá de otra de las viviendas en la que ambos han vivido.

Por último, le obligan a ingresarle 200 euros mensuales en una cuenta bancaria para el levantamiento de cargas familiares y la manutención del niño.

Dos tiros

La mujer, asistida por el letrado Rafael Jiménez, ha defendido durante el juicio que Eugenio Hernández la había amenazado con pegarle dos tiros, encontrándose en el domicilio familiar un revólver, un arma simulada y abundante munición. Por este motivo, el auto recoge que existe una situación objetiva de riesgo para la denunciante, quien además manifestó el temor que le tiene a su marido.

El Juzgado de Violencia entiende que, en aras de su seguridad, conviene fijar medidas de protección, que en este caso se trata del alejamiento 500 metros, que ya estaban vigente hasta ahora de forma preventiva.

A la espera de la sentencia definitiva, Eugenio Hernández León se enfrenta a un posible delito de maltrato familiar, agresión sexual y delitos contra la libertad.