El Cuerpo Nacional de Policía logró ayer un importante avance en la investigación y el esclarecimiento en relación al asesinato con un arma blanca de la mujer sevillana Mónica C., de 42 años, cuyo cuerpo sin vida fue descubierto el pasado viernes en la cocina del piso en el que residía en La Higuera Canaria, en el municipio grancanario de Telde.

Este caso se encuentra bajo secreto de sumario, como ordenó el titular del juzgado de Telde que lo instruye. Sin embargo, fuentes próximas a la investigación indicaron a este periódico que los agentes de la comisaría de Telde de la Policía Nacional consiguieron ayer que el presunto autor de esta muerte violenta, la expareja de la fallecida, revelase dónde había arrojado el cuchillo con el que supuestamente mató a Mónica C. Después de los interrogatorios, indicó a los policías el lugar: es una zona de pitas y tuneras, una ladera del barranco de San Roque que se encuentra a unos 800 metros de la casa donde ella vivía y del núcleo de La Higuera Canaria, junto a la carretera GC-2. Ese sitio es frente a la parte baja de la finca de San Rafael, poco antes de llegar, si se va en dirección a la ciudad teldense, a un conjunto de casas de la gran propiedad, que están detrás del muro, y a cincuenta metros de una curva pronunciada y de la calle La Lombarda.

Los policías organizaron sobre las 14.20 horas un amplio dispositivo de búsqueda en el margen de la carretera GC-80 de la bolsa de plástico -de supermercado- en la que estaba el arma blanca. Cuando ya estaba localizado el lugar, por confesión del sospechoso, se solicitó en torno a las 14.45 horas la intervención de los Bomberos del Consorcio de Gran Canaria.

Un cuarto de hora más tarde, los bomberos ya estaban en el sitio y ya analizaban cómo alcanzar la bolsa, metida entre pitas y tuneras. Dos bomberos, que habían barajado emplear una escalera para llegar hasta la bolsa, optaron finalmente por ponerse unos trajes especiales. Uno de ellos llegó hasta el sitio y, sin tocar para nada la bolsa con el cuchillo, preparó el camino para que los agentes de la Policía Científica llegasen hasta ella y la cogieran, como sucedió.

Por todo ello, el sospechoso de cometer este asesinato fue arrestado ayer, tras contar con una nueva prueba, el arma blanca.

La presencia de numerosos coches de policía en la carretera junto a la finca de San Rafael dio origen a rumores y confusión entre los vecinos de La Higuera Canaria.

En la mañana del viernes, dos amigos de Mónica C. acudieron sobre las 09.00 horas al piso en el que ella vivía porque desconocían su paradero desde hacía días. Tras alerta a la Policía Local, se abrió la puerta que da a la cocina y se descubrió el cuerpo de la fallecida.