Una fuerte explosión poco antes de las cinco de la tarde de ayer, sembró la alarma entre los vecinos del barrio de San Agustín, en Los Realejos. La misma tuvo su origen en una bombona de propano que iba adosada a una máquina de asfalto que reventó por motivos que se desconocen, sin que por fortuna hubiese que lamentar desgracias personales, aunque los daños materiales si que son cuantiosos.

A las 16:50 horas aproximadamente se escuchaba una fuerte explosión seguida de una llamarada en el barrio de San Agustín, en las proximidades del colegio Agustín de Espinosa. En ese instante numerosos cristales saltaron hechos añícos a la vía pública. Los vecinos, temerosos comenzaron a asomarse a ventanas y balcones, sin saber a ciencia cierta a qué era debido.

Ayer se evaluaban los daños ya que aparte de las vidrieras varios vecinos apuntaban que algunos turismos pudieron ser alcanzados, así como las puertas exteriores de sus domicilios.

De inmediato se trasladaban al lugar las primeras dotaciones de la Policía Local y bomberos, tanto profesionales como voluntarios, así como el Servicio de Urgencias Canario (SUC), Protección Civil y varios radiopatrullas del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Puerto de la Cruz, que acotaban la zona, ya que estos se guiaron por los protocolos del Ministerio del Interior contemplados en el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista, ante la falta de noticias acerca del origen de la explosión. Todo ello fue coordinado desde el Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Los Realejos, que una vez verificó que no había peligro y que todo se debió a una explosión de una maquinaria, desactivó el protocolo de emergencias sobre las 18:30 horas. Desde el primer momento en el lugar hizo acto de presencia el alcalde del municipio, Manuel Domínguez.

Tanto vecinos consultados por la opinión de tenerife como una fuente oficial cercana al operativo se congratularon de que no se produjesen víctimas mortales, habida cuenta de que si llega a estar algún operario manipulando la maquinaria hubiese fallecido.

Estas mismas fuentes agregaron que el lugar se llenó rápidamente de policías, bomberos y personal del Ayuntamiento quienes acotaron la zona hasta que el peligro hubiese desaparecido.

En cuanto a la maquinaria al parecer se encontraba repavimentando la entrada del acceso al centro escolar aprovechando el periodo vacacional.

La Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la inspección ocular con el fin de determinar el origen de la potente explosión que hizo temblar al barrio de San Agustín.