Una ciudadana de nacionalidad colombiana, de 33 años, ingresó este lunes en estado crítico en el Hospital Insular de Gran Canaria al ser apuñalada por su pareja sentimental en su casa, un inmueble situado en el barrio de San Roque, en Las Palmas de Gran Canaria.

El presunto autor de este caso de violencia machista fue detenido en el mismo inmueble este lunes por la Policía Nacional. Primero había huido del lugar. Sin embargo, tiempo después regresó acompañado por un familiar, supuestamente convencido por él de que lo hiciera, y se entregó a los agentes.

La agresión ocurrió en torno a las 13.00 horas, en la calle Saltonas, paralela a las vías Párroco Segundo Vega y Masequera, en el barrio capitalino de San Roque.

Varios vecinos escucharon los gritos y fueron los primeros que acudieron a socorrer a la mujer herida, que se encontraba en la caja de escaleras del edificio. "Fuimos corriendo a ayudarla. Tenía el cuchillo clavado en el pecho", comentó una vecina que prefiere quedar en el anonimato. "Gracias a todos, a los bomberos, a los policías y a la ambulancia [del Servicio de Urgencias Canario (SUC)], ella no se murió allí", agregó la misma persona.

Después de ser alertados por los vecinos, a la calle Saltonas acudieron los Bomberos Municipales, del parque de Vegueta; agentes de las policías Local y Nacional; y una ambulancia medicalizada del SUC, como indicaron fuentes próximas al caso.

Primero fueron los bomberos del parque Vegueta quienes atendieron a la víctima y la trasladaron, desde la caja de escaleras del edificio, a la ambulancia medicalizada del SUC, donde fue asistida por el personal médico y el sanitario. Cuando ya se encontraba estabilizada, fue trasladada en ambulancia al centro hospitalario antes citado.

Mientras, los policías se encargaban de garantizar la seguridad, así como de realizar las primeras pesquisas y recogida de las declaraciones de las personas que estaban presentes y las que conocían a la pareja implicada en este suceso. Después tuvo lugar el arresto del agresor, tras su entrega a los policías, quienes continúan con la investigación abierta para esclarecer todo lo ocurrido.

En un principio, los alertantes habían informado de que se trataba de un intento de suicidio. Sin embargo, las distintas pruebas y declaraciones señalaban, al parecer, que hubo un forcejeo y un apuñalamiento.