La Policía Nacional ha desarticulado en la capital grancanaria a una banda rumana integrada por cinco personas a la que se acusa de explotar a dos chicas, una de ellas captada cuando era menor, a las que obligaba a prostituirse y mendigar para apoderarse del dinero que conseguían por estas vías.

En esta operación, enmarcada en el plan policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, han sido detenido los cinco miembros de la organización y liberadas dos víctimas que debían cumplir un horario de trabajo y entregar la recaudación diaria a sus "controladores".

Una de ellas, fue captada en Rumanía cuando aún era menor de edad por un miembro de la banda que inició una supuesta relación sentimental con ella con el único fin de "captarla, separarla de la familia y ofrecerle una vida mejor a su lado", ha informado hoy en un comunicado la Jefatura Superior de Policía de Canarias, que ha advertido de que en la actualidad el uso de las redes sociales es otro de los métodos empleados por este tipo de organizaciones para atraer a sus víctimas.

Esta investigación se inició a raíz de la denuncia realizada por una mujer de origen rumano en la que reconocía ser víctima de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

La víctima manifestaba haber sido captada en Rumanía por un compatriota suyo cuando aún era menor de edad, utilizando para ello el citado procedimiento del "lover boy".

Su supuesto "novio" se apoderó de toda su documentación personal y la obligó a ejercer la prostitución controlándola día y noche, impidiéndole comunicarse por teléfono con sus familiares y retirándole todo el dinero que generaba en beneficio exclusivo de la organización bajo amenazas, coacciones y agresiones físicas.

En el domicilio donde residía también vivía el padre del proxeneta, la compañera sentimental de este, que aunque también se dedicaba a la prostitución ejercía labores de "controladora" de la víctima y otra persona a la que explotaban en la mendicidad en diversas zonas de Las Palmas de Gran Canaria, a quien también retiraban todo el dinero generado con la mendicidad.

Posteriormente, los miembros de la organización trasladaron desde Rumanía hasta Las Palmas de Gran Canaria a una tercera mujer, a la que obligaban mediante amenazas a ejercer la mendicidad.

Esta última debía depositar todo lo recaudado en unas "cajas" que estaban en el piso donde residían y cumplir un horario de "trabajo" comprendido entre las 08:00 y las 20:30 horas.

La investigación culminó con la detención de cinco personas de nacionalidad rumana, la liberación de las dos primeras víctimas, ya que la tercera mujer no se ha reconocido como tal en su declaración ante la Policía, según han informado a Efe fuentes de la investigación, y el registro de un domicilio.

En el inmueble fueron intervenidos 298 euros, la mayor parte en moneda fraccionada fruto de la mendicidad, documentación que había sido retenida a las víctimas, dos cajas metálicas donde debían depositar el dinero recaudado y numerosa documentación relacionada con los delitos investigados.