Orlando Correa, vecino del barrio de San Roque de Las Palmas de Gran Canaria, circulaba conduciendo por las calles del barrio después de haber ido a visitar a su hija cuando unos jóvenes de la zona le dijeron que había "una señora pidiendo auxilio". Correa no se lo pensó dos veces, se bajó del coche y trató de averiguar de dónde procedía la llamada de socorro.

Fue así cómo salvó a la vecina de San Roque, de 33 años y natural de Colombia, que el lunes por la tarde se convirtió en víctima de un episodio de violencia machista. Su pareja, "un canario del barrio de toda la vida" fue el autor de la agresión. "Le pegó una tollina y le clavó un cuchillo en el pecho", contaba este martes Orlando Correa.

El hombre, con ayuda de otro vecino, José Manuel Alonso, arrimó un contenedor a la ventana de la casa de la apuñalada y vio que estaba "en un charco de sangre y con un cuchillo clavado en el pecho". Se encargaron de pedir ayuda y la acompañaron hasta que llegaron los equipos de emergencia.

Durante la espera, hablaban con ella, "para evitar que se durmiera" y quedar inconsciente. Correa le preguntó quién había sido, "si era moro o cristiano, porque ella es negra". La respuesta no dio lugar a equívoco. Ella les contó que había sido su pareja, a quien los auxiliadores identificaron como un vecino del barrio.

"Cuesta creer que sea un vecino tuyo", comentan, todavía conmocionados Alonso y Correa por cómo encontraron a la mujer. "Estaba que daba pena", relatan. Añade Correa que tenía golpes en la cara, con cortes y que era evidente que le había pegado, además de haberle clavado el cuchillo de cocina "hasta el mango".

Este martes, Correa y Alonso se han visto de nuevo, como siempre, en la plaza junto a la calle Timple. Han hablado de lo que les ocurrió el lunes y ambos se sienten satisfechos de haber podido contribuir a salvar la vida de esta mujer. Manifiestan incluso su alegría "porque ella está viva y no ha fallecido, como se rumorea". Correa mismo llamó a la Policía para interesarse por el estado de la mujer.

Todavía ni él ni Alonso ni los vecinos de la zona salen de su asombro sobre que el autor de la agresión sea Antonio Gustavo O., vecino de 40 años del barrio. "La familia es muy buena gente y no nos imaginamos cómo ha podido ocurrir algo así", destacan. "Es una pena, una gran pena, esa pobre mujer", no dejaban de repetir.