A primera hora de la mañana del sábado un único disparo rompió de forma brusca la normalidad laboral en la Ciudad de la Justicia, en Las Palmas de Gran Canaria. Se produjo después un drama que provocó dolor y sorpresa para todos, especialmente a los policías.

A. J. M. R, agente del Cuerpo Nacional de Policía, de 39 años, se quitó la vida con su arma reglamentaria a las 10.15 horas en el baño para los policías que se encuentra junto a los calabozos del sótano primero de la Ciudad de la Justicia, como confirmaron distintas fuentes.

Estaba destinado al grupo de conducciones de detenidos desde hace años. Fueron sus propios compañeros de conducciones quienes lo hallaron boca abajo en el baño tras escuchar un único disparo.

A. J. M. R. era bromista, trabajador y muy apreciado por sus compañeros. En las dos últimas semanas estaba menos hablador de como era frecuente en él. Al comenzar la jornada laboral comentó que había dormido mal. Nadie notó que sufriera una "crisis o algo irregular", o si quiera alguna pista,que pudiera provocar el desenlace. Los compañeros del fallecido no se explican lo ocurrido. "Es muy inesperado", como aseguraron varias fuentes.

La juez de guardia Victoria Rosell ordenó el levantamiento del cadáver y que se relevara a todos los policías que prestaban servicio al mismo tiempo que el agente fallecido. También ordenó que los detenidos que en esos momentos estaban en los calabozos del sótano pasaran a los del juzgado de guardia, en la primera planta.

Esta noticia provocó una auténtica sorpresa en la Ciudad de la Justicia, tanto entre sus compañeros y auxiliares como entre los funcionarios de servicio en los juzgados.

Entre las numerosas personas que mostraron sus condolencias por la "reciente pérdida" del funcionario, estaban los miembros de la Jefatura Superior de Policía de Canarias y las distintas comisarías; el decano del Partido Judicial de Las Palmas, Óscar González Prieto, en nombre de los jueces de la provincia; y el presidente de la Audiencia de Las Palmas, Emilio Moya.

Por su parte, Juan Couce, representante de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), lamentó, igual que todo el instituto armado, que "uno de nuestros compañeros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tomase la decisión" de quitarse la vida.

A través de Facebook y otras redes sociales, en distintas páginas, con crespones negros, numerosos funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado daban su pésame y mostraban su pesar por sumarse "uno más en la lista de policías y guardias civiles" que se suicidan, y solicitaban medidas psicológicas de apoyo "para este gremio", así como investigaciones del comportamiento de cada uno.

Expresamos nuestras sinceras condolencias por la pérdida de A.J.M. a familiares y amigos.