Al menos fallecieron ayer disfrutando de lo que más les gustaba, según indicaban en las redes sociales. Dos escaladores gerundenses, el mosso d'esquadra Timoteo Hernández Quirante y el piloto de tuneladora Dani Aguilar Jiménez, de 39 y 35 años, fallecieron al caer sobre ellos un bloque de hielo mientras escalaban una cascada helada en La Grave, en la falda del macizo de Meije, en los Alpes franceses.

Todo indica que las altas temperaturas de los últimos días reblandecieron el hielo, lo que pudo provocar este mortal desprendimiento. El agente policial deja esposa y dos hijos.

Lo chocante de este caso es que inicialmente se indicó por las autoridades francesas que los escaladores fallecidos procedían de Gijón, lo que causó la lógica preocupación en Asturias, toda vez que había varios grupos de escaladores de Asturias en la zona.

Finalmente se confirmó que los asturianos en esta zona de los Alpes se encontraban en perfecto estado, y finalmente los servicios diplomáticos dieron a conocer la identidad de los fallecidos, residentes en la localidad gerundense de Figueras.

Timoteo Hernández Quirante, natural de Cistella, con dos hijos de 12 y 7 años, estaba adscrito al Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de la Región Metropolitana Norte de los Mossos d'Esquadra. Dani Aguilar trabajaba para la empresa Herrenknecht. Anteriormente estuvo en la empresa francesa Eifagge, una de les dos sociedades que construyó y gestionó el túnel del TAV.

El Ayuntamiento de Figueras ha convocado para hoy viernes a mediodía un minuto de silencio ante el consistorio, en recuerdo de los dos alpinistas muertos.

El servicio de socorro de los Bomberos de Briançon recuperaron los cadáveres, con apoyo aéreo de la Gendarmería francesa. El Consulado General de España en Marsella se hizo cargo de contactar con los familiares y ayudarles en la repatriación de los cadáveres a España. Según indicó una fuente del Consulado, los familiares de los fallecidos estaban desconsolados y hundidos por la pérdida de sus seres queridos. Las dos víctimas mortales eran unos enamorados de la escalada y las actividades al aire libre. Sus páginas de Facebook incluyen fotografías en las que se les ve haciendo este deporte de alto riesgo en diversos escenarios. Desafortunadamente, un bloque de hielo truncó sus vidas.

Por otro lado, la tragedia se multiplicó ayer en la vertiente italiana de los Alpes. Cuatro alpinistas italianos murieron y uno resultó herido en un accidente similar al de los españoles, al desprenderse una parte de la cascada de hielo que estaban escalando en la localidad de Gressoney Saint Jean, en la región de Valle da Aosta.

Según una primera reconstrucción de los hechos, los cuatro montañeros estaban escalando la cascada denominada Bonne Année en el momento en el que se resquebrajó el hielo, mientras que el lesionado se encontraba a los pies de la pared. Los médicos sólo pudieron atender al único superviviente del grupo, que estaba en estado de shock.