Los restos de al menos una decena de perros muertos se acumulan en un barranco al que da la finca en la que la Policía Local de Arona realizó una intervención este domingo. Un colaborador de una de estas protectoras, Markus Baier, tuvo que utilizar una cuerda para descender al punto en el que estaban los cadáveres amontonados. Baier filmó un vídeo en el que aparecen los perros y que está dando la vuelta al mundo.

El vídeo se adjunta en esta información. Las imágenes son muy duras.

Pero hay animales muertos en otras zonas de la finca, según fuentes de las protectoras de animales consultadas. El Ayuntamiento de Arona no ha querido facilitar este lunes ninguna información, ni siquiera cuándo enviará a operarios a la zona para proceder a la eliminación de los cadáveres de los animales.

Esta operación tiene que ver con la desarticulación, en la madrugada del sábado al domingo, de una red que organizaba presuntamente peleas ileagles de perros en Güímar. Esta operación de Güímar fue realizada por una veintena de agentes de la Policía Nacional venidos de la Península y ayudados por un helicóptero y un dron. Como consecuencia de este operativo fueron detenidas 21 personas.

Según fuentes directamente relacionadas con la investigación, la Policía Nacional intervino en un chalet de la zona guimarera de La Medida, que había sido alquilado por los presuntos organizadores de las peleas de perros. Se hacían apuestas e incluso participarían personas llegadas desde la Península y otras islas.

La Policía Nacional investiga la presunta relación de uno de los detenidos por el operativo de Güímar, un policía local de un municipio sureño que no ha sido confirmado, con la finca de Arona y sí como sospechan era su encargado.

En la nave de Arona, de gran tamaño y que en su día fue una granja de cerdos, las protectoras rescataron a una treintena de perros -la mayoría presas canarios-, que han sido llevados a albergues del sur de la Isla o a casas particulares de voluntarios. Los animales estaban en muy malas condiciones, con evidentes signos de terror y hambre.

Además, las protectoras encontraron más de un centenar de aves, que siguen en el interior de la finca de Arona a la espera de ver qué se hace con ellas. Son palomas, gallinas, gallos y faisanes. La Policía Local intenta averiguar si se vendían de forma irregular e incluso si se utilizaban en rituales de santería.

La investigación sigue abierta y se ha decretado el secreto de sumario. Los miembros de las protectoras que se acercaron el domingo a esta finca aronera, situada entre el Valle de San Lorenzo y Cabo Blanco, aseguraron que debe ser una instalación ilegal que no tiene ni agua corriente. Los malos olores se perciben a 500 metros a la redonda. Los recintos están llenos de basura y los propios desperdicios de los animales, que vivían hacinados y sin las mínimas condiciones higiénicas. Las protectoras se preguntan como un lugar así pasó desapercibido tanto tiempo.