La sección quinta de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a 37 años de prisión al hombre que el 10 de julio de 2015 asesinó a su expareja en La Palma, tras rociarla con gasolina y prenderle fuego en el establecimiento comercial donde trabajaba. En una sentencia conocida ayer, el tribunal condena al procesado, David Batista, a 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con las circunstancias agravantes de parentesco y violencia de género.

Le impone otros doce años por un delito de incendio con riesgo para la vida o integridad de las personas que se encontraban en el comercio en el que trabajaba la víctima. También deberá indemnizar con 300.000 euros a los padres de su expareja, a los que tendrá prohibido aproximarse y con los que no podrá comunicarse durante los próximos 35 años. En ese tiempo, tampoco podrá pisar el municipio de Santa Cruz de La Palma.

Este caso fue juzgado por un tribunal del jurado, que consideró a David Batista culpable del asesinato de Laura G., de 27 años, con la que mantuvo una relación sentimental durante unos cuatro años y a la que ella puso fin. El veredicto declaró probado que el acusado se dirigió aquella mañana a la tienda donde trabajaba Laura con la intención de acabar con su vida.