La policía francesa sospecha que un estudiante de 21 años con problemas psicológicos pudo haber matado a sus padres y a su hermana, de los que -al igual que de él mismo- no se tiene noticia desde hace doce días aunque sí se han encontrado restos de sangre en el domicilio familiar.

Los investigadores creen que Sébastien Troadec podría haber matado a los otros miembros de su familia e incluso haberse suicidado, a la vista de los indicios hallados, en particular en la casa donde vivían en Orvault, a las afueras de Nantes . "Los primeros elementos recopilados podrían orientar la investigación hacia el hijo", señalan los autores de ese documento, que data del pasado viernes y fue enviado a las comisarías de todo el país.