Un fuerte golpe en la cabeza provocó la muerte del joven agredido en el carnaval

Jhonatan Orozco, de nacionalidad colombiana, al caer al suelo sufrió un traumatismo craneoencefálico que posteriormente le produjo la muerte.

Dos jóvenes, que responden a las iniciales F. B. y J. C. M., de 24 y 29 años, de nacionalidad italiana el primero y española el segundo, fueron detenidos por la Policía Nacional en el mismo parque como los presuntos autores de la paliza que provocó la muerte de Jhonatan Orozco. Ambos comparecieron ayer ante el titular del juzgado de guardia de la capital grancanaria. El juez decretó la libertad con los cargos de lesiones y de homicidio imprudente, informaron fuentes del gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Los agentes que tomaron declaración en sede policial a los testigos de la pelea, ocurrida sobre las 04.40 horas del domingo, narraron cómo uno de los agresores golpeó con un objeto contundente a Jhonatan Orozco, que cayó al suelo, donde recibió una patada en el rostro del otro, señalaron desde la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

Después de producirse la paliza, tras ser alertados por varios testigos, los policías nacionales que se desplazaron al lugar vieron a Orozco Calderón tendido en el suelo, inconsciente. Pre- sentaba una herida en la cabeza por la que sangraba abundantemente.

El joven colombiano fue trasladado en ambulancia al Hospital Doctor Negrín, donde fue atendido en Urgencias. Horas más tarde, el mismo domingo, se le dio el alta médica. Desde el centro hospitalario se trasladó en taxi con su tía Johanna Guitérrez al domicilio.

Por la tarde, sobre las 18.00 horas, fue a declarar a la policía sobre lo que había pasado en la madrugada del domingo en la zona del parque de Santa Catalina. Tras pasar por la Comisaría, regresó a la casa de otra tía suya, que reside en la urbanización San Sofé, en el barrio capitalino de Escaleritas. Allí se quedó a dormir. Y fue a la mañana siguente, lunes, cuando la tía se percató al ir a despertarlo de que Jhonatan había fallecido. En torno a las 09.00 horas del lunes, fueron a despertar al joven para acudir a una cita en la Ciudad de la Justicia, a las 11.30 horas, donde se iba a celebrar un juicio rápido como perjudicado por los hechos. Sin embargo, los familiares descubrieron que yacía muerto y comunicaron de inmediato lo ocurrido a la Policía Nacional a través de una llamada al 091.

La tía del chico, que estaba presente, y otros familiares informaron a la familia directa que se encuentra en Colombia, una vez certificado, del fallecimiento de Jhonatan Orozco. Tras conocer lo ocurrido a su hijo, su madre, Lucery Orozco Calderón, decidió trasladarse de Colombia a Gran Canaria lo antes posible. Estaba previsto que ella llegase al Aeropuerto de Gran Canaria durante la tarde de ayer. "Sólo queremos arroparla, estar todos juntos con ella", manifestaba muy afectada Johanna Gutiérrez. "Ante esta situación tan dura de perder un hijo, estaremos con ella en estos momentos", añadía entre lágrimas y sollozos. La tía del fallecido evitó responder preguntas sobre las posibles acciones legales por la muerte de su sobrino, tanto contra los agresores como contra el Servicio Sanario de Salud (SCS), como responsable subsidiario del fallecimiento por dar el alta médica.

Otras personas conocedoras de la familia de Jhonatan Orozco señalaron a este periódico que "es muy pronto" para concretar si se tomarán medidas judiciales. "Ahora se centran en la última despedida y en el sepelio. No descartan tomar medidas judiciales contra el centro hospitalario. Es muy pronto", añadieron.

Mientras, la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía continúa sus pesquisas para esclarecer el origen de esta trágica agresión. En la investigación han participado, además de la Policía Judicial, agentes de la Unidad de la Intervención Policial, Brigadas de Seguridad Ciudadana y la Policía Científica de Las Palmas.

Yeray Díaz: "Vi al chico muy decaído"

• Pasada la mañana del domingo los médicos del Hospital Dr. Negrín decidieron dar el alta a Jhonatan tras curarle sus heridas. A continuación, el joven y su tía, Johanna Gutiérrez, tomaron un taxi para ir hasta la urbanización SanSofé, en la zona de Escaleritas, donde reside otro familiar suyo. El taxista que los llevó, Yeray Díaz Felipe, cuenta que vio a ambos con la moral muy baja. "Al chico lo vi muy decaído, supongo que por culpa de los medicamentos que le dieron en el hospital, la mujer estaba con la cabeza baja todo el rato", explica este conductor. En la escueta conversación que mantuvieron, Díaz les hizo una recomendación: "estas cosas es mejor denunciarlas cuanto antes". Por desgracia, el joven no tuvo la oportunidad de acudir esa misma mañana a su cita con los juzgados para testificar las agresiones de las que fue víctima.