Caen dos miembros de la banda de los 'panteras rosa', que se llevaron el martes de la semana pasada un botín valorado en un millón de euros en relojes y otras alhajas de gran lujo de la joyería Saphir del Centro Comercial Oasis de Meloneras, en San Bartolomé de Tirajana. La Guardia Civil atrapó a uno de los integrantes en el Aeropuerto de Gran Canaria cuando trataba de abandonar la Isla con los Rolex, que complementó la Policía Nacional con un operativo que permitió detener en el Sur al segundo implicado, también originario de los países del Este de Europa. Mientras, las fuerzas policiales buscan a otros posibles cómplices.

Los investigadores sospechan que en el atraco de la joyería de Meloneras participaron más personas. Dos de ellos irrumpieron en el negocio, aunque otros colaboradores pudieron apoyarles de una fuerza u otra con ellos.

Uno de los sospechosos del atraco registrado el 14 de marzo es un individuo que se había registrado en un hotel como Marek Povelow, de 41 años y eslovaco, que todo indica que fue quien entró a cara descubierta y con una buena apariencia para poder acceder al establecimiento.

Los integrantes de esta banda pertenecen supuestamente a los 'pink panthers' o 'panteras rosa', que son herederos de la guerra de la extinta Yugoslavia de comienzos de los años 90. Algunos excombatientes, sobre todo serbios y montenegrinos, aplicaron sus conocimientos militares para especializarse en grandes atracos por distintos países europeos tras salir derrotados de la contienda, por lo que generaron a su vuelta un efecto llamada entre las nuevas generaciones, según los expertos, cuya notoriedad es conocida por las fuerzas policiales de muchos países por actuar con una gran contundencia y en robos de gran impacto. Aunque tienen un perfil similar, en realidad no es un grupo organizado, sino que actúan de una forma autónoma.

Uno de ellos fue atrapado en Gando por la Guardia Civil mientras trataba de llevarse en un vuelo parte de las piezas robadas. El operativo llevó también a la Policía Nacional a realizar registros en San Bartolomé de Tirajana, que ha dado sus frutos.

Los dos atracadores de la joyería Saphir se llevaron el botín en un asalto que duró poco más de cuatro minutos, como reflejó el vídeo grabado por un turista en el exterior, que mostraba la tranquilidad con la que se movieron, tras reducir al los empleados y a la persona de seguridad.

En su modo de actuar en el saqueo, los dos individuos aparcaron una motocicleta sobre las 20.20 horas del citado martes en una salida del bulevar Meloneras.

El atracador al que se le vio la cara vestía bien y no levantó sospechas, aunque luego se vio que llevaba una gorra y peluca, por lo que le facilitaron la entrada, ya que su acceso está controlado. Ya dentro, se cubrió el rostro con un pasamontañas, sacó una pistola y encañonó al empleado de seguridad, que fue obligado a tirarse al suelo, al igual que dos trabaja- doras. El segundo asaltante entró a continuación con el casco de moto puesto, y empezó a romper las vitrinas de relojes como un marrón, mientras su compañero se mantenía en la puerta custodiándolo.

Tras llevarse los relojes de la marca Rolex y de otras de gran valor económico, huyeron con una gran tranquilidad hasta la misma motocicleta con la que llegaron, para huir a gran velocidad. Luego la abandonarían cerca del campo de golf de Maspalomas.

Aunque en ningún momento se aprecia la participación de más individuos, los investigadores buscan a otros posibles compinches. De ahí que se mantenga abierto el operativo.

El propietario de la joyería, Alfonso Viera, ya declaró a este periódico que "los relojes Rolex que se llevaron están marcados y tienen número de serie individuales. Son de alta gama y muy difíciles de volver a meter en el mercado legal". Eso no evitó que estos ladrones profesionales tuvieran muy calculado sus pasos.