La Guardia Civil está investigando si la mujer que murió el pasado martes en Madrid por las mordeduras de su perro, un presa canario, se dedicaba a la venta ilegal de canes de la raza Pitbull, dado que se hallaron más de diez ejemplares en su vivienda, han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado.

Los agentes encontraron en la vivienda numerosos ejemplares de raza Pitbull, además del perro que le habría causado la muerte. Los agentes están ahora comprobando las cartillas sanitarias de los canes para descartar la hipótesis de la posible venta ilegal de este tipo de animales.

El juez que lleva el caso ha solicitado diversas diligencias para comprobar si efectivamente la víctima murió por las mordeduras de su perro o por el peso de unos palés que se le habrían caído encima. Una de ellas es cotejar si la mandíbula del perro que se encuentra en cuarentena corresponde a las mordeduras que presenta el cuerpo de la fallecida.

Fueron los compañeros de trabajo de la víctima los que alertaron al 112 de su ausencia a las 18.06 horas del pasado martes. Hasta su chalé, ubicado en el camino de Madrid a Burgos, encontró a la mujer en el garaje con varios palés encima, por lo que en principio se temía que la causa de la muerte fue el aplastamiento.

Sin embargo, con el levantamiento del cadáver y la posterior autopsia los expertos forenses han concluido que murió desangrada por las mordedura de un presa canario de su propiedad. La mujer tenía varios perros en su domicilio.