Un incendio se registró ayer lunes en un alpendre de grandes dimensiones en el municipio grancanario de Firgas, en el que fallecieron unas 27 cabras y cabritos que se encontraban en el interior de uno de los corrales. Por fortuna, se pudo cambiar de sitio y salvar a las ovejas que estaban en otro corral próximo.

Del fuego se alertó al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112 en torno a las 10.00 horas. El suceso ocurrió en La Palmilla, al final del camino Doramas, en la parte baja de un barranco.

El Cecoes-112 activó los servicios de emergencias y al alpendre se desplazaron los Bomberos del Consorcio, del parque de Arucas, así como agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Firgas.

Los bomberos tuvieron que intervenir en el lugar durante varias horas y utilizaron más de 16.000 litros de agua para apagar las llamas y para refrescar la finca.

Según varios testigos, se registraron varias explosiones de pequeña intensidad, debido a que parte de la techumbre del alpendre era de uralita. La construcción estaba hecha también de madera y de piedra de cantería. La madera hizo que ardiera con facilidad y las piedras posibilitaron que alcanzara una elevada temperatura y que la conservase durante tiempo. De hecho, las piedras aún permanecían calientes cuando se dio el servicio por concluido, en torno a las 14.00 horas, y tras utilizar los 16.000 litros de agua.

El denso humo que se originó afectó a varias viviendas de una urbanización muy próxima, en la parte alta del barranco, y fue motivo de malestar para los vecinos. El propietario del alpendre se encontraba durante la mañana de ayer, con varias reses en San Isidro de Gáldar, con motivo de la feria de ganado por las fiestas de Santo Labrador y de Santa María de la Cabeza, según explicó su esposa en el lugar del incendio.