La Guardia Civil da prácticamente por cerrada la investigación del crimen de Amil (Moraña), en la que falleció acuchillado Agustín Chayán Silva, de 83 años. El Juzgado de Instrucción número 1 de Caldas de Reis, que lleva el caso, recibió ya las diligencias de investigación, que aportan diversos indicios de que la supuesta autora del crimen sería una de las dos mujeres con la que convivía el fallecido, en concreto la hija de su prima, una mujer de 42 años que permanece desde el sábado ingresada en la unidad de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Pontevedra debido a que padece una enfermedad mental.

Así lo confirman fuentes oficiales próximas a la investigación, que añaden que la mujer permanece ingresada en el centro sanitario y que cualquier posible medida de custodia policial o de otro tipo debe ser acordada por el juzgado. Estas mismas fuentes apunta a que la enfermedad mental podría suponer algún tipo de circunstancia eximente de responsabilidad penal, aunque ese extremo debe concretarlo también la autoridad judicial.

El cuerpo de Agustín Chayán fue localizado en la mañana del sábado a las puertas de la casa del lugar de O Apedrado en la que residía con su prima, también octogenaria, y la hija de ésta, a la que ahora la Guardia Civil sitúa como principal sospechosa.

Los vecinos del lugar de O Apedrado, en la parroquia de Amil, en Moraña, subrayaban de nuevo esta misma mañana las malas relaciones familiares en la casa, que se hacían evidentes a través de los muchos gritos que procedían de la vivienda, al parecer proferidos por la hija de la prima del hombre.

Algunos residentes en la zona aseguran que la mujer había dejado de tomar la medicación con la que mitigaba los efectos de su patología psiquiátrica y que la veían por esta razón más alterada últimamente. Mientras, la prima del fallecido, con la que convivía, es una mujer octogenaria, al igual que el fallecido, que sufre "los achaques propios de la edad", explican los vecinos. Por su parte, la alcaldesa de Moraña, Luisa Piñeiro, explica que el Concello permanece a expensas de lo que determine la investigación del suceso, antes de proceder a declarar algún día de luto o acto de repulsa institucional similar.

Piñeiro se ciñe a las conclusiones de la investigación oficial para apuntar que se está investigando el entorno cercano de la víctima y que se ha descartado desde el primer momento el robo como desencadenante del delito.

El cadáver de Agustín Chayán Silva, de unos 83 años, presentaba múltiples heridas de arma blanca y estaba cubierto de sangre sobre el suelo, en un lateral de la vivienda.