La Justicia de Estados Unidos (EE UU) acusó ayer del asesinato de un bebé a una enfermera que podría haber matado a otros 60 recién nacidos a finales de los 70 y principios de los 80, y que está encarcelada por uno de esos crímenes aunque podría salir en libertad próximamente. Genene Jones, de 66 años, cumple actualmente penas de 99 y 60 años de cárcel por haber matado a una recién nacida de 15 meses, Chelsea McClellan, y por el intento de asesinato de un bebé de cuatro semanas, Rolando Santos, a quién le administró un anticoagulante, según el Departamento de Justicia Criminal de Texas. Un gran jurado acusó ahora a Jones del asesinato en 1981 de Joshua Sawyer, de once meses, al inyectarle una dosis letal de un producto contra la epilepsia.