Miles de residentes en un vasto complejo de viviendas del norte de Londres fueron obligados a abandonar sus apartamentos a última hora del viernes después de que las comprobaciones contra incendios realizadas a raíz de la tragedia en la torre Grenfell determinaran que los edificios no eran seguros. En medio de escenas caóticas, residentes agarrando a niños, mascotas y algunas pertenencias abandonaron los cinco bloques de apartamentos para dormir en colchones hinchables en un polideportivo después de saber que sus edificios iban a ser evacuados.

Las autoridades efectuaron comprobaciones sobre la seguridad contra incendios en algunas de las alrededor de 600 torres de gran altura en Inglaterra después de que un incendio arrasara la semana pasada la torre Grenfell, en el oeste de Londres, cobrándose la vida de al menos 79 personas.

Según el Gobierno, un total de 27 bloques residenciales de gran altura no han superado las pruebas de seguridad contra incendios realizadas tras la tragedia de Grenfell.

De acuerdo con el Departamento de Gobierno Local y Comunidades, los edificios se encuentran desde Londres, en el sureste, pasando por Manchester en el norte, y Plymouth en el suroeste. Un portavoz del Departamento precisó que personal de los gobiernos locales trabajará con los bomberos para determinar qué acción es necesario emprender.

"Sé que es difícil pero Grenfell lo cambia todo", señaló la presidenta del Consejo de Camdem, Georgia Gould. "No creo que podamos asumir ningún riesgo respecto a la seguridad de nuestros residentes", sostuvo. Llevará hasta cuatro semanas reparar los bloques evacuados. Hay unos 4.000 residentes afectados.