El juez Rafael Liz envió ayer a prisión provisional comunicada y sin fianza a los tres jóvenes de entre 20 y 26 años que en la madrugada del pasado domingo agredieron brutalmente al taxista de Arrecife José Antonio, de 41 años, al que también robaron el teléfono móvil y dinero de la recaudación aprovechando que a la víctima se le averió el coche y salió del mismo para revisarlo.

Los presuntos delincuentes están acusados de un delito de robo con fuerza o violencia sobre las personas, según fuentes de la investigación. Dos de ellos tienen nacionalidad española, A. S. R., de 25 años, y P. A. B. M., de 26, y cuentan con numerosos antecedentes policiales por robo. El tercero, E. H. E. G., tiene 20 años y es marroquí.

El taxista, que sigue hospitalizado, aunque está fuera de peligro y ya pasó a planta, relató a la Policía Nacional cómo ocurrieron los hechos. El juzgado aún no pudo tomarle declaración. Los datos que facilitó a los agentes fueron esenciales para dar con los supuestos autores, que fueron localizados y detenidos en la discoteca, que está ubicada frente al Castillo de San José.

José Antonio recibió golpes en la cabeza, en la cara y en otras partes del cuerpo. Los malhechores aprovecharon para robarle cuando estaba revisando su vehículo en la rotonda de la Rambla Medular próxima a la Biblioteca Insular, acción que el conductor les recriminó. Acto seguido, le dieron la paliza. José Antonio recogió a esos tres clientes en una parada situada a unos 200 metros de donde fue agredido, en el barrio de Titerroy.

Tras averiarse el taxi, José Antonio solicitó a la central a través de la emisora de su coche, que le pasara el servicio que había iniciado a otro compañero para que pudiera llevar a los tres chicos a su destino. El primer taxista que llegó para continuar con la carrera, que ayer prefirió mantenerse en el anonimato, explicó que los tres chicos ya se habían ido cuando él se trasladó a la zona.

"Estaba todavía consciente [se refiere a su compañero agredido] y caminando por la acera. Me contó lo que le había pasado", relató el primero que socorrió a la víctima. "No se le veían manchas de sangre por la paliza, pero sí estaba dolorido y se agarraba la cabeza", añadió.