La familia de Pilar Garrido Santamans, la valenciana de 34 años secuestrada el 2 de julio en el noroeste del estado de Tamaulipas, México, cuando se desplazaba en coche con su marido y su hijo, confía en que el desenlace sea "rápido y positivo", porque desde su desaparición lo "barajaron todo".

Su hermana Raquel aseguró que todos los días contacta con la Policía, tanto mexicana como española, y con su cuñado, por si hubieran novedades. De momento no se pusieron en contacto con la familia ni pidieron un rescate por su hermana, aseguró Raquel.