Al menos nueve personas, dos de ellas menores de edad, fueron encontradas muertas y 20 heridas dentro de un camión aparcado en San Antonio (Texas, EE UU), informó ayer la policía, que se refirió al suceso como un caso de tráfico de personas. Tanto los fallecidos como las otras 20 personas que fueron hospitalizadas, algunas en estado crítico, eran jóvenes y adultos de entre 20 y 30 años, dijo el jefe de la policía de San Antonio, William McManus, en una rueda de prensa recogida por medios locales.

El conductor del camión fue detenido, dijo el responsable policial, que explicó que recibieron una llamada de un empleado de unos grandes almacenes porque una persona que iba en un camión de carga estacionado se le acercó para pedirle agua. "El trabajador volvió con el agua, llamó a la policía y cuando llegamos encontramos ocho personas muertas en la parte trasera del tráiler", dijo McManus, al añadir que "había al menos 38 personas dentro del camión". Los termómetros marcaron una máxima de 37,7 grados centígrados a las seis de la tarde de este domingo en San Antonio.

El responsable policial explicó que entre los 20 heridos había algunos en "estado crítico o muy grave" y que éstos habían sido trasladados en helicópteros a diversos hospitales cercanos. No obstante, horas después de los hechos una novena persona falleció en el hospital al que había sido trasladada. Las otras ocho personas que se encontraban en el interior del vehículo fueron tratadas de lesiones leves.

El jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood, dijo en la misma conferencia, ofrecida a las puertas de los grandes almacenes, que el aire acondicionado del vehículo no funcionaba y no había agua. "Estaban muy calientes al tacto", dijo Hood de las víctimas, sin precisar cuánto tiempo llevaba en el camión. Según algunos medios, al menos dos menores figuran entre los fallecidos.

McManus explicó que la policía considera el caso "un crimen de tráfico de personas" y que "el Departamento de Seguridad Nacional está involucrado en la investigación". "Se trabajará con ellos para determinar el origen de esta horrible tragedia", añadió.

Las autoridades exigen castigo

Autoridades migratorias y políticos manifestaron su pesar por lo ocurrido y exigieron castigo para los traficantes de personas responsables de la tragedia. Thomas Homan, director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), catalogó el suceso como un "acto atroz" liderado por una red de tráfico de personas sin escrúpulos, a la que "no le importa la vida de las personas con las que comercia". Homan señaló que esa dependencia se encargará de las investigaciones en este caso por tratarse de contrabando de personas, que constituye un delito federal.

El congresista demócrata por Texas Joaquín Castro manifestó en un comunicado su pesar e hizo extensas sus condolencias con los familiares de las víctimas de lo que calificó como "una tragedia que pudo evitarse".