El sospechoso, al cierre de esta edición, no había sido identificado por la Policía Judicial de la Guardia Civil del Puesto de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana, y tampoco fue atrapado. Los agentes investigan las huellas y cualquier detalle para poder atrapar al protagonista de esta persecución de ayer por parte del instituto armado tras los robos perpetrados en los municipios de San Bartolomé de Tirajana y de Agüimes.

Este individuo fue el presunto autor, entre las siete y las ocho de la mañana de ayer, del robo de un turismo en la población de Aldea Blanca, en el término de San Bartolomé de Tirajana, según indicaron a este periódico fuentes de la Comandancia de Las Palmas.

Después, el ladrón, entre las 08.00 y 09.00 horas, se desplazó a una vivienda en el casco del pueblo de Agüimes. Allí sustrajo numerosos enseres y una escopeta. Fue cerca del lugar donde fue sorprendido y se inició la persecución por parte del instituto armado.

El sospechoso pudo llegar hasta la carretera GC-550 y dirigirse hacia Temisas, población que está a once kilómetros del casco de Agüimes. Cerca de Temisas, el conductor del coche robado se accidentó y optó por huir a pie. Alcanzó el barranco de Balos, donde continuó su persecución.

Entre las 10.00 y 11.00 horas, los agentes de la Guardia Civil le siguieron por el barranco para darle alcance, con el perjuicio de que allí, al parecer, uno de los funcionarios sufrió un golpe de calor. Entonces, para los compañeros la prioridad era el atender al agente. Por lo que dieron la alerta de lo sucedido y finalmente el afectado fue trasladado a la Clínica Roca, en San Agustín, en San Bartolomé.

Según fuentes consultadas, el funcionario se encontraba anoche estable y fuera de peligro.

La temperatura en Temisas y en el barranco de Balos pudieron rondar allí ayer entre los 25 y 30 grados centígrados, dependiendo de la franja horaria.

Mientras los compañeros atendían al afectado por el calor, el ladrón aprovechó para escapar. Sin embargo, los guardias civiles lograron recuperar los enseres que había robado y dejado en el turismo siniestrado.

Además, los agentes pudieron recuperar también la escopeta que se llevó durante su huida a pie por el barranco y que, por motivos que se desconocen, abandonó durante su escapada. Para los investigadores de la Policía Judicial, el sospechoso se dejó numerosas pistas en el vehículo sustraído y en el arma de fuego, por lo que confían que su captura sea más fácil en las próximas horas o días.

Esta ajetreada persecución, así como la investigación, seguían abiertas anoche, por lo que la Guardia Civil no podía aportar algunos datos o referencias en relación a los robos y captura del ladrón.

La trágica situación que sufrió ayer el guardia civil durante su servicio en Temisas hizo recordar a muchos el fallecimiento de Ulises García, de 41 años, el pasado 5 de julio, víctima de una parada cardiorrespiratoria cuando participaba en la búsqueda de un desaparecido, al que Ulises y otro funcionario localizaron entre Tasartico y Güigúi, en el municipio de La Aldea.