Al final aterrizó en Gran Canaria con más de cuatro horas de retraso, pasando mucho calor el pasaje y en una situación "estrambótica" el avión de la compañía Norwegian que despegó ayer tarde desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con destino a la Isla.

La aeronave tenía prevista la salida desde Barajas a las 15.35 hora canaria. Todo parecía que iba a ser con normalidad cuando se hicieron las llamadas para el embarque. Los pasajeros subieron al avión Boing 737-400 de la compañía subcontratatada por la Norwegian, la Jet Jet. Estaba lleno.

Pocos minutos después de que todos ya casi estuvieran sentados, la tripulación solicitó al pasaje que bajara de la aeronave "por las altas temperaturas" que había en ese momento en el avión. Los pasajeros volvieron a la terminal, donde no les aportaron ningún tipo de información de lo que iba a pasar ni cuándo volvían.

Sobre las 19.30 horas, los afectados escucharon la segunda llamada para el embarque. "Volvimos a subir y, sin embargo, hacía un insoportable calor en el avión. Varios niños lloraban y había mucho estrés", explicó un pasajero a este periódico. Tras una nueva espera en el avión, algunos afectados aseguraron que no volaban en esas condiciones. Unos quince bajaron y se llevaron sus maletas. Despegó y sobre las 23.00 horas aterrizó en la Isla. Los pasajeros reclamarán.