El aeropuerto del archipiélago portugués de Madeira, azotado desde el pasado viernes por fuertes vientos que han obligado a cancelar 160 vuelos, comenzó hoy a recuperar parcialmente la normalidad con la llegada y salida de varias aeronaves, una de ellas hacia la isla de Gran Canaria.

A lo largo de esta mañana al menos seis aviones han aterrizado en el aeropuerto internacional de Funchal, tres de ellos procedentes de España, y otros siete han despegado.

Se trata de "importantes mejorías" en la situación, que aún no está plenamente normalizada, dijeron a Efe fuentes de la gestora de los aeropuertos portugueses, ANA, que se muestran optimistas aunque no descartan que se produzcan nuevas interrupciones a lo largo de la semana.

Los vientos sobre la isla de Madeira, fenómeno de cierta frecuencia que dificulta el funcionamiento del aeropuerto de Funchal, se reforzaron bruscamente el sábado y comenzaron a remitir al final del lunes, periodo en el que fueron cancelados 160 vuelos.

La situación afectó los planes de alrededor de 22.000 pasajeros, muchos de los cuales han debido pasar jornadas enteras en el aeropuerto a la espera de noticias, una situación que ha provocado numerosas quejas.

Es el caso del español Miguel Ángel Moya, que debía haber tomado este lunes un vuelo de Iberia que finalmente no pudo despegar, y quien critica la falta de información disponible en el aeropuerto.

Moya, que ha pasado la noche en un albergue y que desconoce cuándo podrá tomar un vuelo a España, sostiene en declaraciones a Efe que aún permanecen numerosos pasajeros de Iberia en la isla lusa como resultado de los vuelos cancelados.

Para que todos ellos regresen lo antes posible, considera necesario que haya un refuerzo de la aerolínea y lleguen más aviones o aparatos de mayor capacidad.

"Es una cuestión de matemática, si estamos esperando todos aquí y el avión no tiene capacidad para que regresemos todos, tendrán que venir más o de mayor capacidad", afirma.