Las unidades de Atestado y Tráfico de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria siguen con la investigación para resolver el caso del conductor kamikaze que la madrugada del pasado sábado al domingo circuló 3,5 kilómetros en sentido contrario por la Avenida Marítima. Una de las vía de investigación es el radar situado frente a la Comandancia de la Guardia Civil, en la Vega de San José, cuyo flash saltó al paso del Renault Clio de color azul oscuro que circuló por esta carretera a gran velocidad y en sentido contrario.

Los investigadores están a la espera de poder acceder a esa información para esclarecer un caso en el que se le podría acusar al piloto de un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria. En el vídeo que ha circulado durante los últimos días por las redes sociales se aprecia como el flash de la cámara situada sobre el pórtico se activa justo cuando el turismo, que circularía a más de 90 kilómetros por hora, pasa por debajo.

Este sistema enviará la información de forma automática a las dependencias municipales en estos días y será entonces cuando los agentes comprobarán si, a través de esta prueba, pueden visualizar la matrícula del turismo y así localizar al autor de los hechos, que puso en riesgo la vida de los ocupantes de al menos una veintena de vehículos con los que cruzó.

Aunque esta no es la única prueba con la que trabajan los agentes. Y es que, después de hacerse público lo ocurrido, un componente de la Policía Portuaria puso en conocimiento a la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria que un vehículo de similares características circuló a excesiva velocidad por la zona del Centro Comercial El Muelle aquel mismo día. Este agente ha aportado información la policía municipal con la que también se puede cerrar el caso. Para ello, otra de las alternativas que planean los investigadores es revisar las cámaras de seguridad, pero todos los esfuerzos están puestos en la fotografía tomada por el radar.

Los hechos se produjeron la madrugada del domingo cuando, según las primeras estimaciones de los agentes encargados de la investigación, el kamikaze se incorporó a la Avenida Marítima en el acceso desde la calle Bravo Murillo. Según fuentes municipales, el vehículo pudo circular desde este punto hasta la entrada desde el barrio marinero de San Cristóbal en sentido contrario, utilizando en todo momento el carril situado junto a la mediana de los dos sentidos. De esta forma, evitaba el resto de vehículos que circulaban de forma correcta, que en su mayoría utilizaban los carriles derecho y central.

El vídeo, que sirve como principal prueba, recoge el final del trayecto del Renault Clio, que se encontró con varios automóviles de frente en el acceso de San Cristóbal a la Avenida Marítima. La identificación del propietario del vehículo también clarificará por qué el conductor decidió circular 3,5 kilómetros en sentido contrario.