El juzgado de Telde tomó ayer declaración a Luis Alvarado Alemán, conocido como el Bufo, por el robo de un vehículo en la localidad de Ojos de Garza y la persecución que se produjo el pasado domingo, que acabó con su detención después de trece días como prófugo de la justicia. Las otras dos huidas, ocurridas en el municipio de Santa Lucía, las tendrá que dictaminar un magistrado de San Bartolomé de Tirajana, que es el competente en este municipio, según indicaron las fuentes consultadas.

Al delincuente de 27 años, que ya ha pasado periodos de su vida entre rejas debido a otros hechos delictivos, se le atribuyen más de una veintena de sustracciones ocurridas durante las últimas semanas en el sureste de Gran Canaria. En este tiempo, este reo conocido por los diferentes cuerpos de seguridad debidos a los numerosos delitos en los que ha visto involucrado, protagonizó dos espectaculares huidas en las que consiguió zafarse de los agentes.

La primera de ellas, ocurrida el pasado 25 de julio, se inició con Luis Alvarado conduciendo un Toyota Yaris de color rojo que había robado. La persecución a motor, que se había iniciado en Agüimes, acabó en Temisas, donde sufrió un accidente. Esto no le impidió salir por su propio pie del turismo y comenzar una nueva evasión a pie por el barranco de Balos. Aquel día logró escabullirse de los guardias civiles, que desistieron después de que uno de los funcionarios padeciera un desvanecimiento.

Sin embargo, los agentes tenían localizado a el Bufo, quien se resguardaba en la casa de sus familiares en la localidad de Sardina del Sur. Tanto es así que dos días después, el 27 de julio, varias patrullas tanto de la Guardia Civil como de la Policía Local de Santa Lucía de Tirajana vigilaban la vivienda con el objetivo de poder capturarlo. Ante la situación, Luis el Bufo empezó a saltar de azotea en azotea hasta poder liberarse, por segunda vez, de la vigilancia de las cuerpos de seguridad. Los vecinos, ya cansados de los robos que presuntamente cometía en sus propias viviendas, llegaron incluso a fotografiarlo mientras pasaba por los diferentes inmuebles.

La Guardia Civil y la Policía Local tenían claro que la detención de Alvarado era cuestión de días. Los dispositivos de vigilancia se realizaron incluso con patrullas de paisano para así interceptarlo en un cualquier descuido que tuviera. Y también confiaban en que la ayuda ciudadana, que hacía publico su cansancio por los numerosos casos de robos ocurridos en el Sureste, diera resultado en algún momento.

Y fueron, precisamente, unos ciudadanos quieren identificaron a el Bufo la madrugada del pasado domingo. Estos avisaron a la Guardia Civil, que de inmediato estableció un control con el que finalmente consiguió detenerlo pese a que incluso volvió a intentar huir a pie después de colisionar un turismo que había robado en Telde.