El incendio que abrasa la bodega número cuatro del carguero británico Cheshire, que navega a la deriva con 40.000 toneladas de fertilizante con base de nitrato de amonio al sur del Archipiélago, no es el único incidente que tiene a este compuesto como protagonista.

El 16 de abril de 1947, tan solo dos años después de concluir la II Guerra Mundial, Texas vivió una tragedia. El buque francés Grandcamp, que estaba siendo cargado con 2.300 toneladas para navegar hasta Europa y cumplir con uno de los puntos del Plan Marshall, voló por los aires por la explosión de su cargamento. Más de 500 personas murieron en esta catástrofe y 3.000 personas resultaron heridas.

Asimismo, una planta de fertilizantes situada a las afueras de Toulouse (Francia) experimentó un accidente similar en 2001. La detonación, que causó la muerte de 31 personas, se escuchó a 35 kilómetros de distancia y provocó un cráter de 10 metros de profundidad y 30 de diámetro.

España no es ajena a este tipo de incidentes. En 2004, el choque de un camión que transportaba el mismo fertilizante que arde en el interior del carguero británico produjo una explosión. Si bien el accidente no alcanzó las dimensiones de los ocurridos en otros países, en la carretera N-234 Sagunto-Burgos, a la altura de Barracas (Castellón), se vivieron momentos de mucha angustia. Fallecieron dos personas, pero pudieron ser muchas más porque en ese momento decenas de ciudadanos trataban de auxiliar a los accidentados. El estallido, además, dejó tras de sí un agujero en el asfalto de 30 metros de diámetro y otros cinco de profundidad.