El comportamiento de Lionel Carrillo en la cárcel de Salto del Negro, donde estaba preso, era correcto. Así es como recuerdan algunos funcionarios de la prisión a la víctima del asesinato ocurrido ayer a plena luz del día en la calle Córdoba del barrio de La Vega de San José. No obstante, ello le llevó a obtener un permiso de libertad de seis días que empezó a disfrutar el pasado lunes. Sus familiares acudieron durante la tarde de ayer al lugar de los hechos, donde se mostraban incrédulos ante la noticia. "¡Qué mataron a Lionel!", repetía varias veces una de las allegadas al teléfono móvil. "Ay mi niñita", indicaba, refiriéndose a la hija del fallecido, de 12 años, que tuvo que ser atendida por una crisis de ansiedad al conocer lo ocurrido.

Carrillo, de 34 años, caminaba por el número 11 de la citada calle sin documentación cuando el presunto autor de su asesinato, que se encuentra en búsqueda, salió de un vehículo y realizó cuatro disparos, alcanzando dos de ellos el hombro y la cabeza de la víctima, que falleció en el acto. La carencia de documentación hizo que los familiares, al personarse en el lugar, no dejaran de preguntar si era Lionel. "Es él, que yo lo vi y lo conozco", le decía una de las vecinas a otra mujer familiar del fallecido, quien no quería creerse lo que pocos minutos antes había ocurrido a pocos metros de donde se encontraba.

El resto de residente aguardaba detrás de las zonas acordonadas y vigiladas por los agentes de la Policía Nacional a la investigación que llevaban a cabo los agentes de la Brigada de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Canarias, quienes durante más de tres horas estuvieron recogiendo pruebas que incluir en las diligencias del crimen. Asimismo, la comitiva judicial también se personó en el lugar, siguiendo las novedades de lo ocurrido a poco más de 350 metros de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.

Quienes se encontraban cerca en el momento de los disparos aseguraron que escucharon cuatro golpes secos que asociaron a unos voladores, sin una gran potencia. Sin embargo, en escasos minutos se dieron cuenta de la magnitud de lo que había ocurrido en esta misma calle Córdoba, donde, casualmente, hace menos de un mes ocurrieron unos hechos similares al coger un joven de 19 años una pistola que tenía su padre y realizó tiros al aire tras discutir con su novia.