Una joven de 19 años, Kenneka Jenkins, ha sido hallada muerta dentro de un congelador después de ser declarada desaparecida tras acudir a una fiesta.

El cuerpo de la chica se encontró en el electrodoméstico de un conocido hotel de Chicago a donde había ido con un grupo de amigos para disfrutar de una fiesta.

La Policía investiga ahora qué ocurrió después de esa celebración y chequea las imágenes de un vídeo de seguridad del recinto en las que se la ve salir de un ascensor, deambular tambaleándose y andando con dificultad.

Al parecer, y según las primeras informaciones, Kenneka participó en una fiesta a la que acudieron unas treinta personas. Cuando concluyó, sus amigos fueron a por el coche y ella quedó aguardándoles en el vestíbulo del hotel. Al regresar ella ya no estaba y no se supo más de Kenneka hasta el macabro hallazgo de su cadáver, según Infobae.

Los amigos informaron a la familia de su desaparición. Fue su madre la que dio cuenta a las autoridades y dijo que la chica tenía poca tolerancia al alcohol. Los padres han denunciado la inacción de los responsables policiales durante la desaparición de su hija y han pedido que se esclarezca su muerte.