Dos hermanos, un varón de unos 50 años, y una joven, que presenta una discapacidad, presenciaron cómo ardía el coche con el que circulaban en la GC-23, justo en la salida del túnel Julio Luengo, con dirección Norte, en la capital grancanaria. No hubo daños personales. Los bomberos extinguieron las llamas. El motor se enterró en el asfalto, después de que se derritiese parte del chasis por las altas temperaturas, que era de aluminio. La Unidad de Tráfico de la Policía Local y Mantenimiento de Carreteras también actuaron. M. Á. M.