"Desde hace dos días ya no queda agua mineral en los supermercados. Estamos en emergencia y se nota la tensión en el ambiente", manifestó a este periódico, a través de Facebook, Marta Bobillo Hernández, de 20 años, natural de Madrid, que estudia Comunicación y Publicidad en la Universidad CEU San Pablo y que en la actualidad vive en el municipio de Ponce, Puerto Rico, por un intercambio.

Esta joven es una más de las decenas de españoles que residen, estudian o trabajan, en esta isla caribeña. Ella vive en un piso compartido con otras chicas, una madrileña y otra de nacionalidad holandesa que estudia en España. Ellas ya vivido las consecuencias del paso del huracán Irma. El sábado, Bobillo Hernández disfrutaba en la playa del Rincón y ya ayer martes estaba refugiada en su casa, a la espera del paso de María.

"En España no somos conscientes de lo graves que pueden ser estas catástrofes naturales. Cuando estás aquí lo vives y sabes lo que es en realidad. Tampoco hay que ser catastrofistas, com o algunos periódicos", afirmó la estudiante, que confía que en esta ocasión "no hayan muchos daños en esta isla. Los puertorriqueños dicen que son unos bendecidos porque la mayoría de los huracanes se desvían cuando se aproximan a la Isla. En esta ocasión, parece que no".

El pasado sábado se trataba de una tormenta tropical que ha psado a ser un huracán, María, de categoría cinco. "Por eso se nota que hay miedo, mucho más que cuando pasó Irma y muchos rezan. También he visto un video en el que varias personas se peleaban por el agua", comentó Bobillo Hernández.

A parte de vivir con las otras dos jóvenes en una vivienda en Ponce, el segundo municipio en importancia en Puerto Rico, esta estudiante está en contacto con otros españoles y de otras nacionalidades. "Tengo un amigo, español, que reside en el municipio de Maygüez [en la costa oeste de la Isla]. Está en un refugio, preparado y con provisiones ante la llegada de este huracán. Nosotras también estamos bien preparadas", explicó.

En esta semana no hay actividad laboral en las universidades, ni en muchas empresas, ni organismos públicos porque se está a la espera de los fuertes vientos y lluvias.. Según los especialistas, será "el mayor huracán que pase en Puerto Rico en los últimos cien años".

Respecto a cómo se siente ella, contestó que "con el miedo normal" que se tiene en estas situaciones. Eso sí, ella aseguró que por la llegada de estos fuertos vientos, marejadas e inudaciones "no estoy dispuesta a marcharme. Me quedo. Sería egoísta si me fuera de Puerto Rico, sabiendo que aquí puedo ayudar a los demás".

"Es una pena por ver a personas con bajos recursos. Te das cuentas las catástrofes que puede hacer la Naturaleza", dijo la jovena, que agregó "que es sorprendente vivir el paso de dos huracanes fuertes".

Marta Bodillo aseguró que "hay muchos aspectos positivos para vivir aquí. Los puertorriqueños siempre están muy disponibles y son muy buenos, buena gente".

Al cierre de esta edición, Marta y sus dos compañeras estaban refugiadas "con total normalidad" en la vivienda de un edificio que tiene planta eléctrica. "De momento, aquí, en Ponce ha llovido un poco. En cambio, ya comenzaron los vientos y las lluvias fuertes de Culebra y Vieques [islas del archipiélago de Puerto Rico]".