El desbordamiento de ríos sigue causando daños en República Dominicana, cuatro días después de que el ciclón María se acercara a la costa este y noreste del país, donde miles de personas siguen fueras de sus hogares y casi un millón no tiene agua, mientras que decenas de comunidades están incomunicadas. El río más reciente en desbordarse fue el Yuna, el más caudaloso de esta nación, aislando a 15 comunidades de las provincias Duarte y Sánchez Ramírez, en el noreste, y paralizando un tramo de la vía que comunica a la turística Samaná (noreste) con Santo Domingo, según Defensa Civil.

Mientras, Puerto Rico espera que llegada de ayuda con suministros palíe el caos generalizado provocado por el paso por la isla del huracán María, que destrozó infraestructuras y el sistema eléctrico, dejó 9 muertes, cifra todavía provisional, y 15.000 refugiados. "Esto es un desastre mayor", dijo ayer su gobernador, Ricardo Roseelló.