El vecino de Santa Brígida que responde por las iniciales J. M. D. G., de 65 años, conocido y llamado como Chicho, tuvo una muerte muy solitaria y silenciosa. El pasado lunes fue encontrado su cadáver en el interior de su vivienda, dos años después de su falleciera. La familia no se extrañó de su ausencia y los vecinos con los que tenía trato suponían que estaría en su casa de Las Palmas de Gran Canaria o en la del Sur, o que tenía una nueva relación sentimental con una mujer latinoamericana.

Al final, no estaba lejos, sino solo y fallecido en la casa del camino Real de Portada Verde, también conocida como Atajo de Portada Verde. Su hermano triene tiene llave sde la vivienda, ya que era propiedad de ambos después de morir su madre hace más de diez años.

Los investigadores de la Guardia Civil apuntan a que esta muerte fue por causas naturales. No había signos de violencia y la casa no estaba desordenada. Será la autopsia la que determinará con toda probabilidad la causa de este óbito. Fue un familiar el que presentó una denuncia por su desaparición y lo que inició las pesquisas y el registro del domicilio.

Chicho vivía solo, después de la muerte de la madre, que era con quien residía. Había sido mecánico de la casa Nissan de automóviles y hacía dos años que se había jubilado. Era sordomudo y con una incapacidad en una pierna.

Los vecinos no sospecharo nada por la ausencia de malos olores en la casa por su fallecimiento tras dos años en descomposición. "Hubiera sido una buena pista". Muchos inquilinos de la misma calle calificaron a Chicho como "buena gente; muy limpio con la casa y aseado, y servicial".

Todos los vecinos consultados por este periódico descartaban que "haya sido una muerte violencia". Sin embargo, una de las mujeres del lugar puntualizó: "será el forense el que aclarará todo. No hay que estar con suposiciones o rumores".

Una vecina que reside en una de las casas que está frente a la vivienda donde fue hallado el cadáver resaltó que ellos se "preocupában por él, más que la familia. Él era amable y servicial". Otra residente, que prefirió también guardar el anonimato, resaltó que Chicho no tenía relación cercana con los familiares, "ni se hablaba con su hermano".

"Me extrañaba que estuviera el buzón tan lleno de cartas y el portal sucio, siendo tan pulcro. Por eso yo misma le limpiaba la puerta principal y la entrada para que no fuese aviso para los ladrones. Pensábamos que estaría en el sur o con un romance con una mujer colombiana. Hacía más de un año que vi al hermano, le pregunté por él y le comentamos que no lo veíamos, ni sabíamos de él", agregó esta mujer. Su esposo manifestó también que "era raro no saber de él durante tanto tiempo. A veces faltaba por estar en el sur o en su casa de la capital".

La mujer explicaba que con ella "era maravilloso. Nos entendíamos con señas. Me ofrecía aparcar en su vado si necesitábamos hacerlo. Fue operado y últimamente lo veíamos con muletas, antes de estar dos años sin saber de su paradero". Otra mujer, de unbos sesenta años, indicó que el fallecido "era un buen muchacho. Algunos dicen que era huraño. Eso es porque no lo conocían o no trataban con él. Había que comprender que era sordomudo y que había estaba en su mundo. Si había diferencias con su hermano, era cosa de ellos".

Dos trabajadores municipales comentaron en el pueblo de Santa Brígida que el fallecido Chicho "no era muy conocido, no se relacionaba con su familia y era buena gente".