Agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GEO) abordaron en alta mar, a 540 millas de las Islas Canarias, un remolcador procedente de Colombia con rumbo a la costa española que transportaba más de 3.800 kilos de cocaína, lo que supone la mayor incautación de la droga en 2017. El precio en el mercado de casi cuatro toneladas de cocaína hubiera superado los 100 millones de euros.

La droga viajaba oculta en un remolcador llamado Thoran, que estaba tripulado por siete personas -seis de nacionalidad turca y una con pasaporte azerbaiyano. Todos los tripulantes fueron detenidos sin ofrecer resistencia tras un abordaje con mala mar desde el buque de operaciones especiales Fulmar, del Servicio de Vigilancia Aduanera, detalló en una comparecencia de prensa en Cádiz el comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional, Ricardo Toro.

Habitáculo escondido

Acompañado por el jefe superior de Policía de Andalucía Occidental, José Antonio de la Rosa; el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz; y el delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Jorge Ramírez; el máximo responsable de Estupefacientes explicó que la dinámica habitual en los últimos tiempos en lo referente al narcotráfico por vía marítima es que las embarcaciones no transporten tanta cantidad de droga, como ocurrió en el Thoran, ya que suelen diversificar los envíos.Para localizar el lugar donde estaba oculta la droga fue precisa la intervención del Cuerpo de Operaciones e Intervenciones Técnicas de la Policía Nacional, que se afanó en perforar durante la madrugada del lunes diversos tambuchos -escotillas protegida que dan acceso a las habitaciones de la tripulación- para poder llegar a un habitáculo donde los tripulantes de la embarcación tenían la cocaína escondida.

La operación tiene "gran importancia", según Toro, porque ha utilizado la ruta atlántica, aún en uso. "Cada vez hay más cocaína producida en Sudamérica, es previsible que haya mayor cantidad de cocaína que llegue a España y nos vemos obligados a incrementar este tipo de operaciones", auguró el responsable policial. La investigación fue coordinada por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, también contó con la colaboración de las autoridades colombianas y la dirección del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional.

Ricardo Toro destacó la trascendencia del trabajo que están realizando distintos países que actualmente controlan el paso de buques sospechosos por la ruta entre Surinam y Cabo Verde, una labor que ofrece informaciones "muy valiosas" para este tipo de operaciones.