Una cajera de 42 años ha sido detenida por la Policía Nacional acusada de sustraer 150.000 euros de la empresa para la que trabajaba en el polígono industrial de El Sebadal. La empleada presuntamente falseó durante dos años las cuentas de la compañía para así enmascarar la desaparición del dinero. En un registro realizado en su domicilio se intervinieron 3.320 euros en efectivo, tres ordenadores portátiles, otro tanto de tabletas, otros dispositivos electrónicos aún sin desempaquetar y seis expositores repletos de joyas.

El pasado mes de junio, el responsable de la sociedad mercantil presentó una denuncia en las dependencias policiales en la que aseguraba que había descubierto tras una auditoría descuadres en los libros de cuentas de los 2015, 2016 y 2017. Los agentes destinados en el grupo de Investigación de la Comisaría de Distrito Norte iniciaron una investigación, que concluyó con la identificación de una de las encargadas de la caja de cobro en cuyos turnos de trabajo se habían producido las sustracciones del dinero, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Canarias en un comunicado.

Los investigadores constataron que la ahora detenida sustrajo durante casi dos años dinero en efectivo oculto en sobres y además falseó las cuentas de la empresa con el objetivo de que no se descubriera su desaparición. Por ello, fue detenida por los funcionarios policiales como presunta autora de un delito de hurto. Los policías estiman que durante ese tiempo pudo sustraer 150.000 euros.

Los agentes encargados llevaron a cabo asimismo un registro en la vivienda de la trabajadora, en cuyo interior se incautó de 3.320 euros en efectivo repartidos en sobres ocultos en varias estancias de la vivienda, una gran cantidad de dispositivos electrónicos como portátiles o tabletas, así como una abundante cantidad de joyas adquiridas. Además, los funcionarios localizaron una libreta que recogía los asientos contables de la empresa y que era utilizado por la detenida para llevar un control, como se señala en la nota.

La Policía Nacional instruyó el correspondiente atestado, que fue puesto a disposición de la autoridad judicial competente junto con la arrestada.